Juan confronta a Herodes
Herodes Antipas fue hijo de Herodes el Grande, quien, al morir, lo hizo tetrarca de las regiones de Galilea y Perea. Al igual que su antecesor, enfrentó graves dificultades para ser aceptado por el pueblo judío. A pesar de que su familia se esforzaba por asociarse con la grandiosidad de la casa de David y con las promesas dadas a Abraham, tenía en su contra el hecho de ser hijo de madre samaritana. Era el aval del imperio romano el que lo mantenía en el poder.
Herodes hizo grandes esfuerzos por lograr, al menos, un balance político que le permitiera reinar. Se empeñó en lograr un resuelto desarrollo económico de su territorio al mismo tiempo que trató de alejar al pueblo de lo que consideraba que era fundamentalismo religioso. En la región de Perea circulaban caravanas procedentes de Arabia que se dirigían a Siria. Esta importante ruta comercial enriquecía al rey de Arabia, pero no resultaba en ningún provecho para Israel. El plan de Herodes fue convertir el valle del Jordán en una nueva ruta comercial, mejor ubicada, segura, moderna y que aumentara los ingresos herodianos.
Para realizar su proyecto Herodes debía superar dos obstáculos: la rivalidad que de largo tiempo existía con los reyes de Arabia y la espiritualidad del pueblo que veía el valle del Jordán como una región sagrada con reminiscencias bíblicas. Herodes logró aliviar la primera dificultad casándose con la hija del rey de Arabia. Pero la otra dificultad le era más difícil de superar ya que el pueblo se resistía a ver el sagrado valle del Jordán convertido en una transitada ruta comercial. Se oponían férreamente a renunciar a su historia en nombre del desarrollo.
Pero Herodes estaba decido a ejecutar su plan y trasladó el centro administrativo de su gobierno a una nueva ubicación, más cercana a la proyectada ruta comercial y desde la que lograra controlar las regiones de Galilea y Perea. Siempre indiferente a las tradiciones, construyó su nueva capital sobre un antiguo cementerio. De acuerdo con la ley de Moisés, cualquier persona que viviera en ese lugar se volvería ritualmente impura de manera permanente por un probable contacto con las tumbas. Al ser terminada la ciudad casi nadie aceptó vivir en ella. Herodes obligó a pobres y libertos a vivir en la ciudad, a la cual, llamó Tiberíades, en honor del nuevo emperador Tiberio.
La decisión de Herodes de continuar con su proyectada ruta comercial, le valió que su ya poca aceptación se viera aún más reducida hasta un punto en que peligraba la estabilidad de su reinado. El pueblo mostraba oposición férrea a lo que veía como la destrucción de sus valores espirituales más importantes. El ambiente era de inconformidad y de expectativa de una inminente intervención divina que pondría paro a las pretensiones herodianas. Muchos creían que el reino de Dios estaba cerca y que el Mesías volvería no solo para librarlos de Herodes sino también de los romanos y de todos sus enemigos. Herodes era muy astuto y se montó sobre las expectativas populares para proclamar la llegada del reino de Dios en él. En el año 19 estableció oficialmente que una nueva era había comenzado para el pueblo y ordenó contar los años a partir de la fundación de Tiberíades.
Bajo esas tensas condiciones fue que más tarde apareció Juan el Bautista. Éste era un profeta popular al estilo de los profetas del Antiguo Testamento. Un hombre muy consciente de la crisis de aceptación que Herodes enfrentaba. En una acción claramente contestataria, Juan ubicó su ministerio en el corazón del valle del Jordán, la misma región que Herodes deseaba desarrollar. De esa manera reafirmó la sacralidad del lugar con su llamado al arrepentimiento e hizo visible la incomodidad general al atraer a multitudes que iban al Jordán dispuestas a la misma reafirmación. Juan no predicaba generalidades sino que como Amós, Oseas y Jeremías antes de él, fue un profeta empeñado en criticar vehementemente los acontecimientos políticos del momento, sin temer nunca mencionar nombres. El movimiento de Juan era ya una expresión de abierta rebelión. Muchos acudían a escuchar su mensaje en contra de la injusticia y la hipocresía. Había que arrepentirse y bautizarse en preparación al verdadero Mesías que estaba por llegar.
Estos comentarios de nuestro hermano Pastor Vega contienen siempre esa virtud de dar puntos clave para llevar a cabo el ministerio de la Palabra del Señor. En este caso, Juan Bautista anunció la manifestación primera de Cristo y su predicación fue muy práctica en la sociedad. No apegado a ritos y tradiciones, sino una vida ascética, Mas que una forma religiosa era un hombre práctico y confrontaba todo tipo de apariencia e injusticia en los gobernantes y sociedad. El no repetía vanidades, antes bien despertaba a los hombres a un verdadero encuentro con el Hijo de Dios. Hoy día muchos pretenden un ministerio emergente que de emergente no posee nada , puesto que para subir el nivel de predicación es de permanecer enla Verdad, en la sabiduría de Dios, en la comunión con El Señor, y vivir como El lo hizo: haciendo el bien, hacer misericoria y verdad. Para crecer implica nacer de nuevo todo el ser, actuar en mansedumbre y humildad, y bajo los pies de Cristo recibir el mensaje para alinear y alimentar nuestro interior y en ese poder exponer la Palabra del Señor. Juan no se conformó a un ministerio de etiqueta religiosa supeditado al poder político o poder humano siempre estuvo en la presencia de Dios El Padre y El Señor le dijo: Juan:1 [33] Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: “Aquel sobre quien veas descender el Espíritu y posar sobre él, este es el que bautiza en el Espíritu Santo”. Lucas:3 [4] como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que proclama en el desierto: “Preparen el camino del Señor; enderecen sus sendas.
Y Mucho podemos decir de esto:
1 Era el mensajero de El Padre
2 Fue comisionado por nuestro Dios
3 Aprendió de Dios en el silencio y obediencia hasta el día señalado.
4 Fue original ya que no se conformó al molde religioso de los fariseos y religiosos.
5 No tuvo temor a las estructuras dominantes como los herodianos, ni de los saduceos, ni los fariseos, ni escribas ni eminencias.
6 Dejó lo cómodo y no buscó riquezas como los saduceos. Renunció a un mundo de vanidad religiosa.
7 Confrontó a los hombres a dejar la injusticia, la hipocresía, el robo, la avaricia.
8 Hizo el llamado al arrepentimiento y al bautismo.
9 Preparó el camino allanándolo, conformándolo para El Hijo de Dios y justo anunciara: El Reino de los cielos se ha acercado arrepentíos y convertíos, y creed al Evangelio.
10 Cuando vio a Cristo anunció: He aquí el Cordero de Dios que quita El pecado del mundo.
11 Mantuvo su condición de Siervo declarando: A El le toca crecer y a mi menguar.
Se nota que fue hombre diferente al común denominador que viven atrapados entre cosas, carreras y negocios. Pero en esta labor solo una cosa es importante Los negocios de nuestro Padre Celestial y el Reino de su Amado Hijo.
Debemos de ser hombres imitadores de Cristo, viendo al Invisible en nosotros y vencer el miedo que impera hoy día atados al servilismo de estructuras de riquezas mal habidas, la oligarquía dominante, las estructuras religiosas atadas al régimen político e inhumano que conduce a las masas al circo, a la vanidad, a la vil derrota entre injusticias, mentira, a la miseria y en oposición al Reino de nuestro Señor Jesucristo. Por ejemplo, aquí en El Salvador muchos avalaron el sistema musulmán, que se ocultó en líneas de fuego político para hoy dominar hasta las costillas y números de las congregaciones para mantener un control bestial e infernal. Es notorio que muchos antes invocaban a Cristo, y hoy invocan un nombre de hombre corrupto y engañoso. Se fueron tras un chivo walle, tras ala pero el ala de la mentira, amparados al brillo de la avaricia y la vanidad de las redes sociales. ¿Que se ve en sus nefastos periódicos? ¿Que hay entre su contenido ? No es más que encumbrar a uno más que no declara su Estado, no quiere ser sondeado. Más bien Todo lo pretenden controlar y buscan con ansiedad el negocio, el robo, el tráfico de influencias, la diversión momentánea. Dos cosas : la miseria y sufrimiento para los muchos y segundo el placer y prosperidad de unos que pretenden gobernar. Y muchos simples atrapados en el placer y falsa riqueza que son inciertas siguen ese camino. No les importaron las almas y vendieron congregaciones enteras al impostor musulmán. Ha faltado seriedad y firmeza, poder y así proclamar no con sabiduría humana sino en el Espíritu para denunciar, proclamar que El Salvador es de Nuestro Señor Jesucristo. Antes se buscó la lectura Bíblica en las Escuelas y no accedieron. Y hoy les enseñan sólo la “ N “ no de un partido sino de un hombre. Pretendiendo cambiar la historia de un pueblo que sufrió la guerra y hasta el escudo lo han manchado. Así inicia la perdición para los simples. Tienen ojos y ven, porque dejaron al Señor por hacerse cisternas rotas y agrietadas que no retienen agua. Seguir nuestro yo o el yo de otro es perderse. Sigamos a Cristo y anunciemos el Evangelio como Juan siendo el último de los profetas del pasado que dijo:
Juan:1 [27] Él es el que viene después de mí , de quien yo no soy digno de desatar la correa del calzado.
[29] Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!
[32] Juan dio testimonio diciendo: He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y posó sobre él.
[33] Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: “Aquel sobre quien veas descender el Espíritu y posar sobre él, este es el que bautiza en el Espíritu Santo”.
[36] Al ver a Jesús que andaba por allí, dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios!
Adal R
9julio 2023