La semana anterior escribí sobre el reconocimiento que entregamos a nuestros campeones celulares que alcanzaron la meta de dos conversiones en el año. Una de nuestras campeonas fue Consuelo, quien no solo logró dos conversiones, sino que cuatro.
En la antigüedad Tomás de Aquino se preguntó: «¿Es lícito matar a cualquier ser viviente?». Su respuesta, en sintonía con Aristóteles, fue: «Si el hombre usa de las plantas en provecho de los animales, y usa los animales en su propia utilidad, no realiza nada ilícito».
Después de la pandemia experimentamos una baja en la asistencia en nuestra congregación. En los últimos años nos hemos dedicado, junto con los líderes de células, a un esfuerzo mayor por alcanzar nuevas personas con el evangelio para que se conviertan en discípulos de Jesús.