Cuando una iglesia supera las cincuenta células solo hay una manera de tener una idea completa de lo que ocurre y es a través de los reportes semanales.
En la antigüedad los conocimientos se transmitían de manera oral. Eso demandaba una capacidad de memorización que en el presente se la asignaríamos solo a personas muy dotadas.
Para que una célula se mantenga saludable se debe recordar que sus componentes son: la comunión, la edificación y la evangelización. Es una responsabilidad del líder el asegurar que los tres componentes estén presentes de manera balanceada.