Lección de célula de adultos para sábado 13 de marzo
Sábado 13 de marzo de 2021
Está establecido para los hombres que mueran una vez
LECTURA: Hebreos 9:27-28
27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
VERDAD CENTRAL: El sacrificio de Jesús fue uno porque fue efectivo.
INTRODUCCIÓN
El propósito del libro de Hebreos es el de enseñar que Cristo estableció un nuevo sistema de fe que remplaza al sistema religioso superficial y externo de la ley de Moisés. Este sistema de fe traído por Cristo supera el mero rito, la ceremonia, la práctica superficial y externa, porque es espiritual, interior y celestial. Se trata de su evangelio de gracia que se recibe por la fe. Ofrece el perdón de los pecados y una nueva relación con Dios a través de una vida cambiada por el poder de Jesucristo. Hay un nuevo sacrificio que es mucho más eficaz que los muchos sacrificios de aves y mamíferos del judaísmo. Si estamos todavía en un sistema religioso superficial de práctica y ritos es tiempo de cambiar por el mejor sistema traído por Cristo y disfrutar de sus bendiciones.
CUERPO
1- Jesús sufrió la muerte una sola vez. Bajo la ley de Moisés se ofrecían muchos sacrificios cada día. Además, en el Día de la Expiación, había que confesar los pecados del pueblo. Pero al año siguiente había que volverlos a confesar y, así, año tras año. La razón de eso fue que la sangre de reses y corderos no tenía el poder para quitar el pecado y los sacrificios debían repetirse muchas veces. Pero, el sacrificio de Jesús se ofreció una sola vez. Porque su sangre tiene un valor infinito y no pierde su poder. Toda persona a quien se le aplica esa sangre queda reconciliada con Dios para siempre. Otra razón por la que el sacrificio de Jesús se realizó una sola vez es que él se encarnó y se ofreció en un cuerpo humano. Los hombres solamente pueden morir una vez porque «… está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio» (v. 27). La muerte de Jesús es final, como la de todo hombre. No existe tal cosa como las reencarnaciones. El orden establecido por Dios es que cada hombre muera y después comparezca ante su trono para el juicio. Cristo también murió y compareció ante Dios, pero no para ser juzgado, sino para interceder por nosotros. En su caso, el orden que Dios estableció es que después de su muerte haya salvación para todos los que le esperan. Pero es una muerte que sucedió una única vez, porque siendo un ser humano real y completo solo podía morir una sola vez. Y eso fue efectivamente lo que sucedió.
2- Jesús llevó los pecados de muchos. El resultado de la única muerte de Jesús fue que cargó con los pecados de muchos para darles esperanza de vida: «…así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan» (v. 28). Habiendo cumplido con su misión, ahora solo queda esperar a que el Señor vuelva por segunda vez. Pero, esa nueva venida, como lo dice el pasaje será «sin relación con el pecado». Es decir, no volverá para ser sacrificado de nuevo, sino para traer salvación a quienes le esperan. De manera indirecta el pasaje está pidiendo a los creyentes que esperen al Señor. Eso significa que el nuevo enfoque del creyente debe ser el perseverar en fidelidad a él. Ya no es más una preocupación el tema del pecado, porque fue solucionado de manera definitiva con su sacrificio. La preocupación ya no debe ser la culpa o la condenación porque esos son temas que Jesús resolvió con su sacrificio. La preocupación ahora debe ser la expectativa de su venida que debe motivarnos a servirle y a ser fieles testigos de su compasión en un mundo lleno de crueldad y dolor.
APLICACIÓN
No vemos a Cristo padeciendo la muerte muchas veces, cada vez por los pecados de un tiempo, desde el principio de la historia. Más bien apareció una sola vez, para quitar el pecado que mancha toda la historia humana. La encarnación y el sacrificio de Jesús son la meta de la historia y la clave para interpretarla. A la luz de la cruz podemos ver el sentido simbólico de todas las ceremonias del antiguo pacto, el propósito original de Dios para el hombre, y la gravedad de la rebelión. La buena noticia es que el sacrificio fue completado y ahora el ser humano puede encontrar salida al problema del pecado. La solución se recibe por medio de la fe. Fe en que ese sacrifico fue suficiente y que no hay necesidad de añadir más méritos humanos. El descansar en la obra que Jesús completó es la base para la paz para con Dios. La entrada se produce en el momento cuando la persona renuncia a sus obras para confiar en lo que Jesús hizo. Ese paso de fe es el que cambia para siempre la vida del ser humano y le lleva a una nueva dimensión donde la venida del Salvador es el centro de todo.