Lección de célula de adultos para sábado 6 de marzo
Sábado 6 de marzo de 2021
Hay un solo Dios y un solo mediador
LECTURA: 1 Timoteo 2:3-7
3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 7 Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.
VERDAD CENTRAL: Jesús es el único mediador porque solo él se ofreció a sí mismo por su pueblo.
INTRODUCCIÓN
Nos encontramos en un capítulo que comienza hablando sobre la importancia de la oración. Se enumeran varias de las razones para enfatizar su importancia. Esas razones son: que Dios quiere que todos los hombres sean salvos, que Jesucristo se dio a sí mismo en rescate y que para eso Pablo fue enviado a los gentiles. A causa del tiempo no podremos cubrir las tres razones de manera plena. Solo nos enfocaremos en las dos primeras, pero en la aplicación haremos un comentario sobre la tercera. La oración es una de las responsabilidades de la iglesia, pero hay algunas peticiones que son la prioridad de Dios. Esa prioridad tiene que ver con la salvación de sus escogidos.
CUERPO
1- El deseo de Dios. Desde que el ser humano cayó en pecado, en el huerto, en Edén, el deseo de Dios ha sido que los seres humanos de todas las categorías se salven: «Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad» (v. 3-4). Cuando se dice «todos los hombres» no significa que se trate de todos en absoluto. Ese «todos» es una categoría sociológica que se refiere a los hombres que fueron mencionados en el versículo 2: los reyes y los que están en eminencia. Es un pasaje que anima a los creyentes a orar por la salvación de los hombres de todas las categorías: desde los reyes y los que están en eminencia hasta las personas más sencillas. El mensaje del evangelio es para todos y los creyentes deben orar por su conversión al mismo tiempo que buscan los espacios para presentarles el mensaje de vida. Los cristianos no deben ver limitaciones en su misión. Los gobernantes no son iluminados excepcionales, también ellos necesitan conocer la verdad. El evangelio debe ser llevado desde las casas de gobierno hasta los lugares más pobres porque esa es la voluntad de Dios.
2- Un solo mediador entre Dios y los hombres. La razón por la que se nos dice que el evangelio es para los hombres de todas las categorías es: «Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre» (v. 5). No hay un Dios para los gobernantes y otro para los gobernados. Dios es uno y es para todos. De igual manera como hay un solo Dios también hay un solo mediador, el cual, es Jesucristo. Solo el Dios-hombre podía efectuar la restauración de la relación entre los seres humanos y Dios. Siendo un ser humano perfecto pudo representar a la humanidad, pero siendo perfectamente Dios el rescate que pagó tuvo un valor infinito. Por esto su sacrificio tiene un alcance universal, efectivo para todas las categorías sociales. Nadie puede ir por otro camino, porque no hay otro mediador adecuado. Solamente por la mediación de Jesucristo se puede alcanzar al único Dios verdadero. Las condiciones son igualmente universales, la fe y la gracia. Es un solo Dios, un solo mediador y un solo camino: el de la fe.
3- Jesús se ofreció a sí mismo como sacrificio. La razón que hace de Jesús el único mediador ante Dios es que él fue el único que se ofreció en sacrificio por el pecado: «…el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo» (v. 6). A diferencia de cualquier otro santo o santa, Jesús se dio a sí mismo en rescate de su pueblo. Ninguna otra sangre puede quitar el pecado como sí lo hace su sangre vertida en la cruz. Eso lo convierte en el mediador necesario que por virtud de su sacrificio puede solucionar el problema del pecado ante Dios. Eso no lo hace tratando de justificar o minimizar la culpa, más bien lo hace reconociendo que el castigo por el pecado es justo, pero carga con ese castigo sobre sí mismo. Así, libra de condenación a su pueblo y los puede presentar como justos ante Dios.
APLICACIÓN
«Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad» (v. 7). A fin de cumplir su propósito de salvación, Dios levanta a hombres como Pablo para constituirlos por maestros y predicadores a los gentiles, no solo a los judíos. El deseo de Dios de que todos los hombres sean salvos se manifiesta en el anuncio de las buenas nuevas hoy. Es a ese anuncio al que debemos responder si es que queremos tener la vida. Tenemos a Jesús como mediador y debemos acogernos a su compasión. Hoy es el mejor momento para creer en su verdad.