Lección de células de adultos para sábado 17 de abril
Sábado 17 de abril de 2021
El desierto de Agar e Ismael
LECTURA: Génesis 21:14-21 NVI
14 Al día siguiente, Abraham se levantó de madrugada, tomó un pan y un odre de agua, y se los dio a Agar, poniéndoselos sobre el hombro. Luego le entregó a su hijo y la despidió. Agar partió y anduvo errante por el desierto de Berseba. 15 Cuando se acabó el agua del odre, puso al niño debajo de un arbusto 16 y fue a sentarse sola a cierta distancia, pues pensaba: «No quiero ver morir al niño». En cuanto ella se sentó, comenzó a llorar desconsoladamente. 17 Cuando Dios oyó al niño sollozar, el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado los sollozos del niño. 18 Levántate y tómalo de la mano, que yo haré de él una gran nación».19 En ese momento Dios le abrió a Agar los ojos, y ella vio un pozo de agua. En seguida fue a llenar el odre y le dio de beber al niño. 20 Dios acompañó al niño, y este fue creciendo; vivió en el desierto y se convirtió en un experto arquero; 21 habitó en el desierto de Parán y su madre lo casó con una egipcia.
VERDAD CENTRAL: Los desiertos son utilizados por Dios como sitios de entrenamiento.
INTRODUCCIÓN:
Después del pacto, Abram tomó una determinación que tuvo consecuencias hasta el día de hoy. Aún después de la promesa de un hijo, Sarai no le daba hijos. Sintiéndose responsable de la situación, Sarai tomó la iniciativa para una solución. El plan de Sarai era que Agar, su sierva adquirida en Egipto, fuera la madre biológica del hijo de Abram, y ella la madre legal. Pero surgió un conflicto entre Sarai y Agar una vez que ésta quedó embarazada de Abram. Además de los celos y menosprecios, el conflicto se agravó por el temor de Sarai de perder ante Agar su lugar de señora de Abram. Con el tiempo Dios cumplió su promesa y le otorgó un hijo a la pareja de ancianos, pero su llegada desencadenó nuevos conflictos y las consecuencias de la decisión precipitada de Sarai condujo a una separación familiar que afectó a Agar e Ismael.
CUERPO:
1- El desierto del abandono. La presencia de Ismael causó un conflicto familiar que afecta a Isaac. Sara, quien tenía a su cargo el manejo de la casa, notó dicho conflicto y tomó la iniciativa de pedir a Abraham que expulsara a Agar e Ismael. La acción no era sólo para solucionar un conflicto familiar entre los dos medios hermanos, sino tenía que ver con el futuro, con la herencia relacionada con la promesa de Dios. La reacción de Abraham ante tal posibilidad fue de angustia ya que él reconocía y había aceptado a Ismael como su hijo y quería retenerlo. Expulsada, Agar tuvo que luchar por sobrevivir en el desierto, que no era solo físico, sino emocional y espiritual. Agar representa a muchas mujeres que han sido usadas y luego abandonadas. Van por las calles arrastrando a sus hijos sin saber a dónde ir. El abandono familiar genera secuelas profundas en la vida de quienes transitan por este desierto.
2- Dios, nuestra única opción en el desierto. Sin opciones y sin salida, Agar se quedó sin pan y sin agua (v. 15). Los recursos de la desterrada se agotaron rápidamente hasta no saber qué más hacer o dónde buscar auxilio. En esta situación angustiosa, Agar se preparó para morir y dejar morir a Ismael. Pero Dios intervino de acuerdo con su promesa hecha a Abraham, y permitió la sobrevivencia de Ismael bajo el cuidado de Agar. Nuevamente se nota la fidelidad y misericordia de Dios al recordar su promesa y escuchar el clamor de un ser humano en angustia. Dios concede su presencia permanente a Ismael y Agar quien cumpliría el papel de madre y padre. En los momentos críticos de la vida, la fidelidad de Dios interviene para socorrernos frente a la escasez, el hambre y el abandono, siendo él nuestra única opción frente a tales circunstancias.
3- Dios capacita y fortalece en el desierto. Aunque el deseo de Dios para los niños es que tengan un hogar constituido por un padre y una madre, la realidad como consecuencia del pecado es una distorsión del ideal de Dios. A pesar del abandono que experimentaron Agar e Ismael en el desierto, Dios utilizó ese escenario para fortalecer las capacidades de Ismael al convertirlo en un gran arquero (v. 20). El desierto es un lugar de transformación, y el desierto del abandono puede ser la excusa de por vida para no salir adelante y alcanzar los sueños. O, por el contrario, el desierto del abandono nos puede hacer ver la dimensión del amor de Dios que en medio de nuestra crisis es capaz de hacernos más fuertes.
APLICACIÓN
Al sentirnos abandonados por quienes deberían cuidar de nosotros, nuestro corazón se puede endurecer para ver la vida sin esperanza y tratar a las personas que nos rodean con venganza, amargura y resentimiento. Solo cuando tenemos una vida que depende plenamente de Dios es cuando podemos transformar nuestras crisis en tiempos de aprendizaje y desarrollo. Es ahí cuando nos damos cuenta de que nuestro futuro no esta secuestrado por quienes nos dieron la espalda, sino por quien en amor nos toma en sus brazos y capacita en la soledad.