Lección de células de adultos para sábado 4 de septiembre
Sábado 4 de septiembre de 2021
El trigo y la cizaña
LECTURA: Mateo 13:24-30
24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28 Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29 Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
VERDAD CENTRAL: La existencia de la cizaña no anula la realidad de que hay trigo verdadero.
INTRODUCCIÓN
La parábola que hoy consideramos se encuentra solamente en el evangelio de Mateo. La posibilidad de que un enemigo sembrara cizaña entre el trigo no era algo fuera de lo común en ese tiempo. Una forma de venganza cuando había tensiones entre los labradores era la amenaza de sembrar cizaña en el campo del otro, e incluso había leyes que prohibían este acto. Es importante entender que la planta de cizaña es muy parecida a la del trigo. Se hace una clara distinción entre las dos solamente en la cosecha, pues el grano de la cizaña es negro y el del trigo café claro. Por otro lado, la harina de trigo sirve para hacer pan, el alimento básico, mientras que la harina de la cizaña es venenosa.
CUERPO
1 – Las dos semillas. El hombre que envió a sembrar semilla en su campo representa al Señor Jesús. Su deseo es que las buenas nuevas sean anunciadas en todo el mundo. La buena semilla es la palabra de Dios, en consecuencia, se esperan buenos frutos de una buena semilla. «Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue» (v. 25). La obra de Dios tiene un opositor, que es Satanás. Como es un enemigo de Dios quiso echar a perder la cosecha sembrando cizaña entre la buena semilla. Satanás, cuyo nombre significa «adversario», siempre está activo buscando la manera de echar a perder los buenos planes y propósitos de Dios. Cuando las semillas brotaron las plantas se vieron mezcladas unas con otras. Por su parte, la buena semilla produce verdaderos hijos de Dios; por su lado, la cizaña produce hijos del maligno. Donde quiera que el Señor levante a su pueblo, Satanás se apresurará a colocar a sus hijos, para que se mezclen y crezcan juntos.
2 – ¿Por qué hay mala semilla? Cuando las plantas crecieron los siervos del Señor se dieron cuenta de que había trigo y cizaña, sorprendidos le preguntaron: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?» (v. 27). Estas preguntas son las que se hacen muchas personas y con justa razón. Si el evangelio es una buena cosa y a las iglesias van personas que desean agradar a Dios ¿cómo puede ser que allí haya personas que actúan mal? En realidad, nadie debería extrañarse, Jesús lo explicó claramente: «Un enemigo ha hecho esto» (v. 28). Esa es la verdad, la obra de Dios cuenta con un opositor que siempre luchará en su contra. Nunca se encontrará una iglesia perfecta, porque dondequiera que haya obra de Dios el enemigo llegará para colocar a los suyos. Los labradores le propusieron ir a limpiar el campo de la cizaña, pero él les dijo que no lo hicieran, que por arrancar cizaña podían arrancar el trigo también.
3 – La hora de la siega. Los labradores podían confundir al trigo con la cizaña, lo cual, habla de la incapacidad del ser humano de reconocer quien es un verdadero hijo de Dios y quien no. En cambio, el Señor dijo: «Al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero» (v. 30). No debemos desanimarnos porque los verdaderos y los falsos creyentes aparezcan juntos; en medio de los fieles siempre surgen aquellos que, aunque por su apariencia de piedad se parecen al trigo, niegan esa piedad con sus hechos y no son otra cosa que cizaña. Esa mixtura no ha de durar para siempre. En el día del juicio la cizaña será desarraigada, los propósitos de Dios serán vindicados, y la maldad recibirá la recompensa adecuada.
APLICACIÓN
Al lado de los fieles creyentes y de las doctrinas verdaderas hoy pueden prosperar falsas doctrinas y falsos seguidores, haciendo el juego a todo lo digno y puro de la cristiandad visible. Pero un día se llevará a cabo la separación que el Señor anuncia en su palabra. La realidad de esa separación futura debe estimularnos para seguir ahora con toda honestidad los principios del evangelio de Cristo, a pesar de la actuación de los hipócritas y engañadores. Para eso es importante comenzar bien las cosas y no hay mejor principio que el rendirse a Jesús de la manera más sincera posible. Hoy es el mejor momento para tomar esa decisión.
Preciosa enseñanza. Muy entendible , que Dios siga dando sabiduría a su siervo el pastor Mario Vega. Bendiciones varon de Dios , saludos desde Indianápolis Indiana.