No nos cansamos de alzar la voz por la pronta liberación del pastor Ángel Pérez
Es un deber cristiano alzar la voz por los oprimidos y señalar las violaciones a los Derechos Humanos de todas las personas.
No es la voluntad de Dios que sus hijos sufran injusticias, sean separados de sus familias y vean como la violencia encarcela de manera injusta a su líder espiritual.