A 60 años de la Marcha sobre Washington

La Marcha por el Trabajo y la Libertad se realizó el 28 de agosto de 1963 en la ciudad de Washington. Su propósito era el de llamar la atención de la nación estadounidense sobre la discriminación racial y económica que enfrentaban los afroamericanos. La marcha fue un rotundo éxito con una participación estimada entre 250,000 y 300,000 personas. El discurso más famoso fue «Tengo un sueño» del pastor Marthin Luther King Jr., quien era el líder prominente del movimiento.

King nunca se postuló para un cargo público y nunca fue miembro de ningún partido político, pero fue un líder político muy influyente que, basándose en su fe cristiana, luchó por los derechos y la igualdad de los afroamericanos. King creía que la Biblia establecía que todos los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios y, en consecuencia, todos merecen ser tratados con respeto y dignidad. Fue su fe evangélica la que lo condujo a posicionarse y pronunciarse como pastor frente a una situación opresora y discriminadora.

King poseía una elocuencia excepcional, capaz de inspirar y conmover a multitudes. En sus discursos usaba abundancia de pasajes de la Biblia y letras de cantos evangélicos; muchas veces era difícil diferenciar entre si estaba predicando o dando un discurso político. Las sedes del movimiento eran las iglesias y utilizaba la fe de los cristianos para motivar a otros a luchar por lo que era justo. Sus métodos estaban inspirados en la Biblia, para él la desobediencia civil de las parteras judías en Egipto y la no violencia de Jesús indicaban la mejor manera de lograr el cambio social.

Por supuesto que King no estuvo exento de críticas y ataques. Los que simpatizaban o defendían la discriminación de los negros argumentaban que usaba la Biblia para sus propios fines políticos y que no era fiel a la enseñanza bíblica. Pero a pesar de las controversias que creaba, era un hecho que sus discursos y su activismo llamaron poderosamente la atención del país a las injusticias y presionaron a los gobernantes a aprobar leyes que protegieron los derechos de los afroamericanos y los pobres en general. La Marcha sobre Washington fue una medida de presión inmensa que logró la aprobación de la Ley de Derechos Civiles al año siguiente y la Ley de Derechos Electorales en 1965.

El pensamiento de Luther King ha sido influyente en la Teología y su legado se fundamenta en el poder del amor. Él creía que la lucha por la justicia y los derechos humanos era de la total incumbencia de los cristianos, era una responsabilidad de la iglesia el luchar activamente contra la injusticia. Las concepciones de su fe eran complejas y han propiciado muchos análisis y debates. Pero no hay ninguna duda de que la historia lo reconoce como una de las figuras más importantes del siglo XX. Ganador del premio Nobel de la paz, de la Medalla Presidencial de la Libertad y de la Medalla de Oro del Congreso; recibió más de 50 doctorados honorarios.

Mientras sus detractores y ofensores pasaron al olvido, la humanidad todavía recuerda las inspiradoras palabras que pronunció hace 60 años. Él dijo: «Yo tengo un sueño, de que un día todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados y los caminos ásperos allanados; y la gloria del Señor será revelada y todo hombre la verá.

«Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que vuelvo al sur. Con esta fe, podremos sacar de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe podremos transformar las discordias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe podremos trabajar juntos, orar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres. Ese será el día en que todos los hijos de Dios podrán cantar un nuevo canto… y cuando eso suceda, cuando permitamos que resuene la libertad… podremos acelerar el día cuando todos los hijos de Dios, los hombres negros y blancos, los judíos y gentiles, protestantes y católicos, podrán unirse y cantar las palabras del viejo himno negro: ¡Libre al fin! ¡Libre al fin! ¡Gracias Dios Todopoderoso, libres al fin!»

Comments
One Response to “A 60 años de la Marcha sobre Washington”
  1. Adal R dice:

    La Palabra de Dios nos lleva a la plena liberación:
    Libres del pecado
    Libres del mal
    Libres de la mentira
    Libres de la idolatría
    Libres de la vanidad
    Libres de la codicia
    Libres de temores y prejuicios
    Libres de deseos engañosos
    Libres de pensamientos inicuos
    Libres de un cuerpo de bajeza
    Libres de las tinieblas
    Libres de la muerte eterna
    El poder de la Palabra de Dios hace en nosotros los creyentes lo que nadie ni nada puede hacer.
    Y ese Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, Jesucristo se hizo carne, tomó cuerpo y hecho semejante a nosotros, pasó pruebas, tentaciones, aflicciones, persecuciones, desprecio, traición y todos escondimos el rostro de El, y en su muerte todos huímos. Pero huímos delante de Dios. Nadie tomó su lugar, puesto que El dio su vida y la volvió a tomar. Su entrega delante de Dios fue completa: Filipenses 2: 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

    Cristo en su obra de amor y verdad: Muerte y Resurreccion, puso el fundamento del Evangelio para ser predicado a todas las naciones. Romanos 1:5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre. Es importante mencionar que aquí en esta obra Cristológica está dirigida a todas las naciones. De modo que no hay acepción de persona. Dios no discrimina a nadie, Dios el Padre no abandonó la humanidad en el pecado sino que dio a su Hijo. Lo mejor de los cielos, su esencia, su corazón, su imagen, su personalidad entregó para salvación a los hombres. Notemos lo siguiente: Romanos 16:26 pero que ha sido manifestado (el Evangelio de Cristo) ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe.
    Asi que, No hay acepción de personas: Reconocer esta es fundamental, que para Dios no hay diferencia de color, de nación, de estrato social, de linaje, de raza, o cualquier elemento diferencial. Pero los hombres ponen barreras de todo tipo: desde una placa hasta una frase, desde un grado hasta otro grado. Y así no dejan entrar al mismo hombre. Pero En Cristo tenemos perdón de pecados, acceso al Padre, el Señor destruyó el muro que impedía el paso a sus beneficios eternos. Efesios 2
    13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación. Y no solo el hecho de acercarnos a El Trono de su Gracia, sino que ya no hay enemistades. Aquella separación y enemistad entre unos y otros, entre un pueblo y otro, entre mi prójimo y yo, entre el pobre y el rico, entre el descalzo y el de botín, entre sabio o indocto, desaparece en Cristo. Hoy ya no importa tanta diferencia que exista por el color de piel, el linaje «real» o sin linaje, por lo débil o fuerte, por el parche que el mismo hombre impone o por la zona de tu procedencia. La puerta está abierta. Ven Entra y déjenlos entrar que es Cristo el Redentor quien pagó el precio para ser libres, rescatados de la vanidad e impiedad. Efesios 2: 15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. 19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios. Hermano y amigo sintamos confianza para entrar, no te detengas. Marchemos como El dice : Dile al pueblo que marche. Camina hermano amado, sigue adelante. Ánimo en El.
    En Cristo no importa la paja y mentira humana que distingue el uno del otro, del hombre. Cristo hace un solo pueblo fuerte, lleno de fe, viviente y útil para Dios Padre. Cristo sufrió el oprobio, Cristo es el que padeció y pagó el precio. Y si El lo hizo ¿Quien soy yo? O ¿Quien eres tú para que te opongas? ¿Quien más dirá o moverá el dedo? Ya Cristo lo hizo en la Cruz quitar las enemistades. Y no se refiere a pleitos tribales, ni a cosas de nombres, partidos o colores, más bien es aquella enemistad que esta en el corazón, de envidiar a otro, de destruir al prójimo, de engañar a otro, de aborrecer al otro, de comerse al otro, de matar a otro, de robar y despojar al otro. Para anular la avaricia e impiedad de los ultimos tiempos. Es una total abolición de maldiciones y conductas, procederes e intenciones nacidas en desobediencia y pecado. El pecado imputado y la naturaleza pecaminosa no se someten al Padre. Y por lo cual se destruye al hermano o prójimo. Para eso apareció el Hijo de Dios para deshacer las obras del diablo. En Resumen es una contundente victoria que hizo Cristo en la cruz:
    Destruyó el pecado y las enemistades por medio de su carne, para darnos vida nueva y abundante por medio de la fe en su sangre. La paz para con Dios, a fin de hacer la paz y la misericordia. Ese mismo proceder que hubo en Cristo debemos hacer, como Juan, como el apóstol Pablo, como Martin Luther King que hizo todo lo debemos hacer, y actuar a favor de los marginados, pobres y lejanos. Aquellos que no podían entrar a una Iglesia por el color de piel, aquellos que no tienen para comer, aquellos que no podían entrar al bus exclusivo de la clase blanca, aquellos que carecen de aprecio, de favor, de cobertura, enfermos, mutilados, cojos, mancos, ciegos, sordos, mudos, los que no son, que ni tienen carnet o seguro, aquellos que no son pero que en Cristo son recibidos, perdonados, y sentados en lugares celestiales, En Cristo si se puede entrar para avergonzar a los que son. Todo valle crecerá, toda montaña se bajará. Y la justicia brillará como el sol. Todo en Cristo es posible si puedes creer. ¿Como es nuestro proceder? ¿Cómo vemos las cosas? ¿Cuál es la administración del gobierno? ¿Qué pasa en las naciones? ¿Cual es el fin que buscan con tantos proyectos? Buscan turismo, buscan negociar, buscan crecer pero unos pocos. Y cada día, Es más grande el número de necesitados, abandonados y destruidos, son muchos los absorbidos por la droga y son millones de presos por la estructuras dominantes (que son unas pocas). Las riquezas del mundo están en pocas manos y son millones los que carecen de lo necesario. La publicidad solo apunta a la exaltación humana, exaltando un nombre vano. El sistema beneficia a sus seguidores y olvidan a millones desposeídos. ¿Nuestro enfoque hacia donde apunta? ¿Será Cristo y su Reino nuestro punto principal? Que hay cuando nos reunimos: hay justicia, hay verdad, hay bondad, hay paz, hay respeto, hay misericordia, Hay virtud y todo lo bueno y lo edificante sale a la luz. O será que aún se esconde en nuestras reflexiones el abismo o la gran brecha entre los grandes y los pequeños. Lucas 18: 22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
    ¿Que hay pues? Hoy estamos más cerca para ver pronto el Rostro de aquel que padeció por nosotros, ese día viene, ese día ya Es. Ese día es Cristo en nosotros la Esperanza de Gloria, Ese día inició en la Muerte y Resurrección de Cristo, es el día que el Señor hizo para Salvación y Liberación a todo aquel que cree. Concluimos con el siguiente texto para ser motivados en nuestra labor ya que no perderemos el fruto y nuestra recompensa en Gloria. Mateo 25: 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

    Adal R
    27agos2023

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