Acercamiento cristiano
El cristiano reconoce que el ser humano es portador de la imagen de Dios, quien muestra su potencial creador en todo cuanto existe. El hombre mismo es parte de la gran creación de Dios y ha recibido, a su vez, el don de la creatividad como función distintiva de portador de la imagen divina Así, el arte en sus muchas formas se reconoce como una parte integral de lo que los seres humanos son capaces de hacer en cuanto criaturas de Dios al mismo tiempo que reflejan la belleza y la verdad de la divinidad.
El arte es un medio por el cual es posible transmitir la verdad y desde ese punto de vista constituye un importante medio por el cual se puede anunciar la verdad del evangelio Especialmente porque el arte trasciende las fronteras culturales temporales y lingüísticas. El drama, la danza, la literatura, la música, las artes plásticas y el cine pueden ser expresiones tanto de la realidad de nuestro quebrantamiento como de la esperanza que encuentra su centralidad en el evangelio que anuncia que todas las cosas han comenzado a ser hechas nuevas.
Estos elementos fueron reconocidos y reflexionados en el reciente Congreso Lausana lil de las iglesias evangélicas y ha sido plasmado en el «Llamado a la acción» del documento «Compromiso de Ciudad del Cabo». Este espacio histórico de convergencia de las iglesias en el planeta, manifiesta que en el campo de las misiones las artes siguen siendo un recurso no explotado y, por lo mismo, anima a los cristianos a involucrarse ampliamente en las diversas expresiones artísticas. Enuncia el anhelo de ver a la iglesia en todas las culturas enérgicamente ligada a las artes por considerarlas un contexto válido y adecuado para el cumplimiento de la misión.
Esta relación estrecha de los cristianos se alcanzará, en primer lugar, por traer las artes a la vida de fe de las comunidades cristianas, como un componente valioso de su llamado al discipulado. De la manera que la música ha sido recibida como una expresión integral de la liturgia cristiana, otras expresiones artísticas deben integrarse en el culto y la vivencia de la fe Ese esfuerzo debe pasar por el apoyo que las iglesias deben brindar a los cristianos con dones artísticos para la formación, la maduración y el florecimiento en su trabajo. No solamente para la inclusión de las artes en el culto interno de las iglesias sino para proyectarlas como medios de proclamación de los artistas cristianos hacia un mundo necesitado
Se debe permitir que las artes sirvan como el ambiente hospitalario en el que se pueda conocer y reconocer al prójimo y al extraño. Por la naturaleza del ser humano y del arte, éste se convierte en el puente universal por el que personas de diversas culturas se comunican abriendo, así, una vía más para la proclamación de la verdad del evangelio.
Esto toma especial relevancia en aquellos países en donde las formas tradicionales de evangelización no son posibles. En esos países resulta perentorio el respeto a las diferencias culturales tanto como a la celebración de las expresiones artísticas de los pueblos originarios, pues se trata de abrir puertas de comunicación para la presentación del evangelio y no de confrontar innecesariamente.
La antigua ambivalencia de la iglesia frente al arte que iba del mecenazgo a la persecución, debe orientarse hacia una reconciliación que de pensamientos e iniciativas individuales pueda pasar a un movimiento mucho más coherente y basado en la cooperación entre denominaciones. Poseyendo el arte una naturaleza esencialmente espiritual no debería, por su naturaleza, existir conflicto con la fe cristiana