¿Cómo habla Dios?

Dios es un comunicador. Contrario a la idea popular de que Dios es un ser lejano e inalcanzable, las Escrituras lo presentan como alguien que todo el tiempo está hablando a los seres humanos. Él lo hace de diversas maneras, por ejemplo, a través de su obra de creación. La grandeza y complejidad de la naturaleza manifiesta su bondad, poder y eternidad. También habla a través de las Escrituras que son el medio que más frecuentemente utiliza para dirigirse a las personas. Dios también habla por medio de las respuestas a las oraciones, el humano habla a Dios por la oración y Dios le responde otorgándole sus peticiones. Así se establece un diálogo entre el Creador y su criatura.

Dios también habla por medio de las circunstancias. Hay situaciones en la vida que dan testimonio del cuidado paternal de Dios. Las contingencias deben ser vistas con relación a lo que él revela a través de otros métodos para poder discernir su mensaje. Pero la mayor comunicación de Dios se produjo en la persona de Jesús. En su humildad, compasión y ternura, Jesús reflejó la plenitud de la naturaleza divina. Como él lo dijo: verlo a él es ver al Padre.

Dios no siempre habla de la misma manera ni se le puede limitar a un modelo fijo. Ni siquiera habla a la misma persona de la misma manera siempre. La Biblia abunda en afirmaciones del tipo «y dijo Dios», a menudo esas afirmaciones se refieren a una voz audible. Por propósitos específicos que él tiene, principalmente con los profetas, algunas veces hace oír su voz directamente. Pero ¿qué tipo de personas son a quienes Dios habla? En primer lugar, aquellas que viven con una dedicación renovada a encarnar los valores del reinado de Dios. Esos valores son: la no violencia, el amor, la reconciliación, la compasión, el perdón. Escuchar a Dios es una capacidad dada por el Espíritu Santo que desarrolla la percepción de la persona para conocer y dar a conocer la mente de Dios a individuos, iglesias y naciones. Es imposible desarrollar esa percepción lejos de una vida verdaderamente comprometida con esos valores y en oposición a la corriente del mundo.

En segundo lugar, los profetas alcanzan la inspiración divina cuando viven en la verdad. Precisamente, es el conocimiento de los hechos el que provoca el despertar de la búsqueda de la voz de Dios. La necesidad de conocer su palabra para el momento concreto. En la búsqueda de esa verdad, el profeta puede colocarse en una situación diferente y hasta contraria a la del común, derivando en rechazo. La voz de Dios casi nunca es popular. Hay una tendencia humana a desviar la atención de la realidad, a eso responde, por ejemplo, la insistencia de Dios con Ezequiel al preguntarle repetidamente “¿no ves?”. Dios quería que Ezequiel viera lo que el pueblo no veía y eso fue lo que lo convirtió en disruptivo. La verdad es una base necesaria para discernir la voz de Dios.

En tercer lugar, Dios habla a quienes se parecen a él. Los mensajeros asumen ser portavoces de la divinidad para convertirse en voz de los que no tienen voz, testificar de la buenas nuevas, anunciar adónde se manifiesta la presencia del Espíritu Santo, denunciar dónde opera la injusticia y el pecado. En la medida que los profetas proclaman la palabra de Dios se produce un proceso largo, y muchas veces doloroso, por el que el mensajero va convirtiéndose paulatinamente en el mensaje. Ejemplo de ello es Oseas, quien sufrió múltiples infidelidades de su esposa para comprender el corazón de Dios ante las infidelidades de su pueblo. A través del dolor el mensajero se convierte en el mensaje.

Por el contrario, los falsos profetas son presentados en las Escrituras como personas ambiciosas que siempre persiguen las riquezas y el poder. Dicen hablar en nombre de Dios y manipulan la fe de las personas para avanzar sus agendas personales. Ejemplo de ellos fue Balaam, quien decía hablar en nombre de Dios cuando realmente lo que buscaba era incrementar su poder y patrimonio. O como el viejo profeta de Bet-el, quien abiertamente mentía diciendo que Dios le había hablado. De allí la amonestación escritural que nos advierte: ¡Guárdense de los falsos profetas y guárdense de los ídolos!

Comments
One Response to “¿Cómo habla Dios?”
  1. Adal R dice:

    Bien lo dijo el Señor Jesucristo: que el mensajero dichoso o mayor es aquel que enseña(anuncia) la Palabra de Dios y la hace. Ahí en esa actitud es la manera que El Señor desea ver en nosotros y a todo mensajero fiel. Los tres aspectos son muy importantes:

    1. Vivir conforme a los valores eternos( El sermón del monte) siempre pacífico, misericordioso, llenos de amor, justos, mansos y humildes, sufrido por su Nombre y su Reino.
    2. Vivir en la Verdad, es vivir en El y como El, en ese sentido debemos cada desear como recién nacido la Palabra. No hay predicador sin Biblia. Se anuncia la voz de Dios a los sin voz. Es permanecer en la Verdad.
    3. Ser semejantes a Él, es decir Pablo dijo: Imitad a mi como yo imitó de Cristo. El discípulo busca ser como su Maestro. Nuestra imagen, personalidad, estilo de vida, manera de hablar, pensar y ver las cosas : testificamos de El y cuánto le conocemos.
    Gloria al Señor.
    Bendiciones a todos en el Nombre de Jesús.

    Adal R 28/agosto/ 2022

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