Dios no es corruptible
No pasa una semana sin tener noticias de algún caso de corrupción. Ese ha sido el ruido de fondo que ha permanecido constante durante años. La corrupción afecta a los más vulnerables, socava las estructuras legales, destruye la democracia y afecta las relaciones sociales. La idea de que el soborno puede comprar voluntades se encuentra muy arraigada en la mentalidad colectiva. Permea las relaciones e incluso intenta inmiscuirse en el comportamiento con Dios. Pocas cosas pueden forjar valores, ideas y conductas de manera tan definitiva como lo hace la religión. Mucho de lo que somos y hacemos es el resultado de las concepciones que poseamos sobre Dios y el cristianismo.
Para muchas personas la idea de Dios es puramente utilitaria, se reduce a un «te doy para que me des». Los intentos para inducir a Dios a que otorgue protección y ayuda mediante ofrendas, oraciones, rituales y promesas están muy extendidos entre los creyentes. Con frecuencia se escucha decir cosas como: «si me ayudas, ofrendaré cinco dólares», «si paso la frontera, iré a la iglesia», «si me curas, contaré lo que hiciste». Esta manera de relacionarse con la divinidad puede caracterizarse como un intento de soborno, es decir, de corrupción. Arraiga en las personas la idea de que, al igual que con Dios, se pueden acercar a un funcionario público para intentar inducirlo con dinero o regalos a que intervenga según sus propios intereses. Quien solicita se comporta como súbdito, los que dan actúan como soberanos, y la transacción realizada los coloca en una relación de supremacía y subordinación, de poder y sometimiento. En consecuencia, los funcionarios dejan de cumplir con sus responsabilidades legales para esperar como soberanos el siguiente soborno.
Así las cosas, el tipo de religiosidad que se cree y practica puede hacer de los creyentes personas más o menos predispuestas a normalizar la corrupción y a tolerarla como mecanismo natural para alcanzar diversos propósitos. El fin justifica los medios. Pero ¿Dios es sobornable? ¿Se pueden comprar sus bendiciones con ofrendas y sacrificios? El Dios de la Biblia rechaza la idea de ofrecerle ganado, pan y frutos para alimentarlo y asegurar su benevolencia. Dios puede abastecerse a sí mismo, en el caso de que tuviera necesidad. En el Salmo 50 lo dice así: «No necesito becerros de tu establo ni machos cabríos de tus apriscos, pues míos son los animales del bosque y mío también el ganado de los cerros. Conozco a las aves de las alturas; todas las bestias del campo son mías. Si yo tuviera hambre, no te lo diría, pues mío es el mundo, y todo lo que contiene. ¿Acaso me alimento con carne de toros, o con sangre de machos cabríos?».
Ninguna ofrenda o piedad impresionante obligan a intervenir a Dios. Por el contrario, en lugar de esperar recibir se enfoca en dar. Siente empatía por cada golpe, por cada tormento y por cada amargura que padece el ser humano. Dios se decide a actuar porque las personas tienen derechos, les corresponde una vida en libertad y no tienen necesidad de mendigar. Dios ve la necesidad de su pueblo y actúa por gracia a su favor porque así es su naturaleza y así es el orden universal. Dios no se deja corromper. En lugar de esperar dones o sacrificios, entrega el don y sacrificio de su Hijo. La virtud se encuentra no en recibir sino en el dar, no en servirse sino en servir. «Vayan y aprendan qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”» (Mateo 9:13). Los funcionarios públicos tampoco deben esperar sacrificios ni dones, su vocación debe ser la de servir con misericordia.
La manera en que se enseña y practica el cristianismo puede ser el catalizador de una nueva manera de entender las relaciones entre el poder y la ciudadanía. Cada vez que un cristiano se entere de un caso de corrupción su fe debería recordarle que Dios desea otras relaciones, y lo fortalecería para no conformarse con esa situación. La fe es empeñarse en una justicia mayor para todos. Es una responsabilidad de los ministros de culto el hablar sobre el tema para ayudar a los cristianos a tener un mejor discernimiento.
Dios es perfecto. La naturaleza de Dios es amor perfecto, y no hay manera de manipular o torcer la voluntad de Señor. El es inmutable, lleno de bondad y poder, justicia y verdad, por lo tanto todo lo posee, todo lo hizo, todo le pertenece. Todas las almas son suyas y por amor El da, bendice, provee, sana, salva y redime al hombre de toda corrupción. Todo el plan de salvación ha salido de Dios. Aún el sacrificio que Dios espera ver con agrado y aprobación es Su Hijo. No hay otro sacrificio ni dadiva ante Dios. El don perfecto es Cristo el Señor para salvación eterna. Marcos 1:11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. El evangelio manifestado con poder en sencillez y eficacia de Dios que hasta un niño lo entiende, Que sólo en Su Hijo hay Salvación. Efesios 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe. Así El Señor le ha cerrado la boca y los bolsillos al mismo hombre para que esté no venga ante Él con orgullo, vanidad y exaltación personal para comprarle a Dios su corazón. Pues ya Dios dió su Hijo bendito. ¿Quien se atreve hoy a exigirle a Dios? ¿Quién le dirá o le dará? Si ya Dios dió lo mejor del cielo: Su Hijo, la sangre preciosa de su Hijo. ¿Quien hará torcer la voluntad del Señor? Sin embargo, se ve en el mundo sectas, religiones y corrientes políticas- económicas tratando de manipular lo establecido por El Señor. Muchos buscan intereses mundanos, carnales, vanagloriosos que tienden a exaltar a hombres corruptos o elevar de continúo a las estructuras del mal. Y estos van engendrando juntamente: funcionarios corruptos, ladrones, mafiosos, drogos, hombres vanagloriosos haciéndose pasar por grandes o «elegidos», como los antiguos emperadores tiranos seudodioses. También como aquel Elimas el mago que era enemigo de toda justicia y verdad, Fue así que Pablo lo confrontó: Hechos 13
10 dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?
11 Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.
Se ve claramente un hombre corrupto(Elimas) que transtornaba el camino del Señor, era enemigo de toda justicia, lleno de engaño y maldad. Que procuraba impedir la salvación de un funcionario de gobierno (Procónsul era la máxima magistratura Estado romano para la administración de la provincia por delegación del cónsul). Este es un hombre cuya labor era inducir al mal, inducir a la mentira. Como se en la actualidad que pervierten la justicia y van embaucando la corrupción dentro de los gobiernos, y permitiendo que los gobernantes se den el lujo de robar, cometer actos arbitrarios, dañar la dignidad humana, apropiarse de fondos públicos para sus trinquetes y negocios, ocultar cuentas de las dependencias de gobierno, la falta de transparencia y sin rendición de cuentas. De manera que la corrupción es un río perverso, sucio y apestoso que:
Ahoga y daña a los más vulnerables
Destruye el entendimiento democrático
Hunde y socava las estructuras legales
Afecta la buenas relaciones sociales
Engendra injusticia, avaricia y propicia crímenes ocultos.
Las medidas que toman los gobernantes con esa forma corrupta de hacer las cosas son representadas bajo el lema: «el fin justifica los medios». Y ya no les importa la servir a la sociedad en justicia, misericordia y verdad. De ese modo ejecutan atropellos, arbitrariedades, estampidas humanas, negocios fraudulentos, tráfico de droga, tráfico ineficienta, bloqueo de información, encarcelamiento, privación de libertad, ocultar documentos, falsear el derecho, la ilegalidad, la falta de fiscales y funcionarios honestos. También se tiene la imposición de funcionarios afines a la corrupción que manejan tiránicamente. Se lleva ya en el Salvador la imposición de un régimen de excepción con el fin de controlar las pandillas, pero dentro de todo ese golpe capturan arbitrariamente gran cantidad de jóvenes y personas sin el debido proceso. Aún por tomar un foto en el centro histórico, o por denunciar esas ilegalidades, o por ser contrario al partido de gobierno persiguen a los opositores. La tiranía es corrupción, la opresión es corrupción, el no escuchar las voces del pueblo, el uso de una moneda ilegal para fines fraudulentos es total corrupción, la falta de reporte, la falta de cuentas concretas, las preferencias por empresas foráneas dejando de lado las nacionales, los contratos a escondidas y la gran partida corrupta por 7 años, todo esto es muestra de una vil y orquestada corrupción.
Dios nos libre y El ya entregó la verdad en Cristo. El amor de Dios es tan profundo y amplio y alto que todo lo ha incluído para su Gloria y por su Gloria eterna. El no es corrupto ni quiere el mal para el ser humano. Ya dió a su Hijo, en Jesucristo somos verdaderamente libres. Cómo hijos de Dios, y siervos del Reino Eterno vayamos predicando y anunciando estás verdades de justicia y verdad. Porque viene el derrumbe de cosas que el hombre ha edificado sin Dios, entonces pasará la tempestad y el aluvión pero Dios guardará a su pueblo que confía en Él.
Isaías 30:30 Y El Señor hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo. Isaías 51:5 Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza.
Adal R
28mayo2023