Editorial de la Semana

El efecto Google

En la antigüedad los conocimientos se transmitían de manera oral. Eso demandaba una capacidad de memorización que en el presente se la asignaríamos solo a personas muy dotadas. Se sabe que, en la antigua Grecia, por ejemplo, existía el oficio de rapsoda. Eran personas que recitaban de memoria poesías épicas, lo cual hacían en eventos públicos o festivales. Los rapsodas aprendían obras enteras de memoria. En varias sesiones podían recitar los quince mil versos de la Ilíada y los doce mil de la Odisea de Homero. Fue esa la manera como esas obras se conservaron para la posteridad.

Los contenidos que hoy forman parte de la Biblia inicialmente fueron tradiciones orales. Si nos preguntamos cómo pudieron las personas conservar los dichos y hechos de Jesús, por ejemplo, la respuesta es: debido a la capacidad de memorización que las personas poseían antes de la popularización de los libros.

La invención del alfabeto fue uno de los grandes saltos de la civilización humana. Una vez escritas, las palabras quedaron ancladas en su orden. En la época de Sócrates, los libros no eran habituales y todavía despertaban recelos. Platón coloca estas palabras en boca de Sócrates con relación a los libros: «Es olvido lo que producirán las letras en quienes las aprendan, al descuidar la memoria, ya que, fiándose de los libros, llegarán al recuerdo desde fuera. Será, por tanto, la apariencia de la sabiduría, no su verdad, lo que la escritura dará a los hombres; y, cuando haya hecho de ellos entendidos en todo sin verdadera instrucción, su compañía será difícil de soportar, porque se creerán sabios en lugar de serlo».

Sócrates temía que, por culpa de la escritura, los hombres abandonaran el esfuerzo de la asimilación. Lo escrito ya no sería sabiduría propia, aprendida, parte del bagaje de cada uno, sino un apéndice externo y ajeno. Pero lo que ocurrió en realidad fue que el conocimiento disponible fue cada vez mayor que nunca, a pesar de que ese conocimiento se almacenaba fuera de la mente. Nadie recuerda todo. Almacenamos información en la mente de otros, a quienes podemos acudir a preguntar, y en los libros, que podemos consultar. El lenguaje escrito hizo posible la construcción de la memoria común, expandida y al alcance de todos. Ninguna mente puede contener todo el saber, pero, gracias a los libros, cada uno tenemos las puertas abiertas a todos los relatos y a todos los conocimientos.

En el presente nos encontramos inmersos en una nueva transición tan radical como el invento del alfabeto. Internet está cambiando el uso de la memoria y la manera del saber. Ante cualquier duda, pregunta o curiosidad, podemos acudir al Internet para encontrar una respuesta inmediata. Está demostrado que cuando tenemos la certeza de que una información está grabada, tendemos a despreocuparnos de su memorización. A esto los psicólogos sociales le han llamado «efecto Google». Un ejemplo sencillo es nuestra dificultad para retener números telefónicos, dado que están grabados en el teléfono ya no los memorizamos, algunas veces ni siquiera el número propio.

Ahora tenemos la impresión de que sabemos todo aquello que podemos localizar gracias a Google. Esto puede producir engreimiento. Pero usado correctamente, el Internet nos permite encontrar informaciones importantes, estamos ampliando las fronteras de nuestro territorio mental. Todo parece encaminarse hacia una memoria globalizada, al alcance de quien la desee. De la misma manera que el lenguaje escrito y los libros inauguraron una nueva era en la civilización, el conocimiento universal puede llevar a la humanidad a alcanzar nuevas alturas en el saber, aunque no seamos tan memoriosos como los antiguos.

Por supuesto que para acceder a Google se necesita electricidad, redes y equipo. Pero las únicas posibilidades de expandir la memoria siempre han dependido de la tecnología. Ya fuera el alfabeto, la piedra, el barro, la tinta, el papiro, el pergamino o el papel, todo fue tecnología. Como ahora lo es la red mundial del Internet. A través de ella ahora se puede ser parte del cerebro más grande, más inteligente y conocedor que ha existido nunca. Vivimos una potenciación de la memoria y de la imaginación que, por ahora, es difícil concebir adónde nos conducirá. Quiera Dios que seamos capaces de añadir al conocimiento, sabiduría.

Restauración 100.5 FM · Editorial de la semana – El efecto Google
Comments
One Response to “El efecto Google”
  1. Adal R dice:

    El efecto práctico: Proseguir en la Verdad.
    El deseo del Apóstol Pedro era volver a recordarles la verdad. No importa si ya las saben y las escucharon. El poder de anunciar la palabra produce gozo y victoria en Cristo.
    2 Pedro 1:12 Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.
    Salmos 85:13 La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino.
    Una de las formas muy práctica y disponible a todos para captar o retener contenido es la Repetición. Se dice que, la forma antigua para conocer los principios y fundamentos doctrinales en las reuniones era la Repetición por medio de cánticos, poesía o dichos orales. En lo personal debo mencionar que es muy emocionante el uso de la música para aprender contenido. Es de notar que muchos cántico espirituales estan saturados de verdadera doctrinales. Y el texto bíblico nos dice Efesios 5:19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones. Ha sido pues una manera que Dios mismo propició para retener la Verdad del Evangelio. La repetición ha sido efectiva en el pasado y muy útil en el presente para recordar pasos, dichos, procesos, y concientizar al hombre en todas las áreas de la vida. Dentro de toda esta actividad era muy necesario hacer crecer el conocimiento, la experiencia aumenta a medida que gozamos de más contenido porque la oscuridad se disipa con las verdades en el corazón de los hombres. En un primer momento, No había libros o pergaminos para todos, ni un dispositivo o libreta de notas como hoy, pero sí existía ese estilo de aprendizaje: Repetir, repetir y repetir. Pero no vayamos tan lejos que repetir es practicar. Es el hecho de hacer las mismas cosas todos los días para convertirnos en expertos en algo. También es importante mencionar que el ser humano carece de perfección. Dentro del Evangelio Cristo nos ha llamado a todos a ser perfectos como nuestro Padre. Y reconociendo la situación humana: oídores olvidadizos, se recomienda repetir, enseñar, reiterar, escribir, cantar e imitar la Verdad que hay en Cristo para crecer y progresar en todo.
    1 La palabra clave es constancia o practicar. La repetición de la Verdad.
    Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque El Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Salmos 1:2 Sino que en la ley de el Señor está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Es la práctica o la ocupación constante.
    Sin embargo, existe una condición en el hombre, ya que éste tiende a olvidar la enseñanza. Por ejemplo, cuando estamos aprendiendo contenido o conocimiento, necesitamos repasar la información. La repetición es útil, es una excelente técnica de estudio si se utiliza de la manera correcta y combinándola con otras técnicas. Pero también en ese período de retención, se presenta la curva del olvido que ocurre hasta cierto límite de tiempo, de manera que, es necesario volver a repasar el material, repetir o repasar antes del límite, y volver a repetir hasta que la curva desaparezca, lo cual significa que retengamos el contenido, es decir el olvido disminuye. A esto se le llama La Repetición Espaciada, se aprovecha de este fenómeno para maximizar la retención de conocimientos. En cada canción escuchada y repetida aprendemos bien sus sonidos y voces. Ahora bien, existen Ventajas de Utilizar la Repetición Espaciada para el Aprendizaje:
    1_Retención mejorada: A través de la revisión sistemática, la información se consolida, conduce a una retención más duradera.
    2_Optimización del tiempo: Al centrarse en repasar la información, se maximiza la eficiencia del tiempo de estudio.
    3_Adaptable y flexible: La técnica se puede adaptar según el contenido y las necesidades del estudiante.
    4_Fomenta la confianza: Al ver mejoras tangibles en la retención de información, el interesado puede aumentar su confianza y motivación para continuar aprendiendo.
    Estimados hermanos, en este tiempo postrero, el progreso tecnológico es enorme pero aun falta más, tanto las apps, como los dispositivos inteligentes y la AI, hace que cada persona acceda a cosas inconocibles. Si no las recuerda las busca en Google, y trata de leerlas. Pero la debilidad está en una forma cómoda de investigar o recordar, ya que requiere de mayor destreza, retención, aplicación y práctica. En la vida no tanto se requiere de teóricos o conocedores, más bien se necesita Praxis o la verdadera práctica. En todo campo del quehacer humano hay un conocimiento perceptible como una ley u orden. Pero solo en la práctica conciente, en la repetición constante aparece la perfección adornada de gozo, motivación, disposición, responsabilidad, decisión correcta en armonía con la Verdad. Los poetas no son poetas por las frases en las redes sociales, los cantantes sobresalientes progresan no por imitar a otros sino por el perfeccionamiento de muchos elementos personales. Los buenos médicos no nacen se hacen perfeccionándose. Los gobernantes no triunfan por su publicidad sino por aprender a hacer y servir bien, como buenos administradores de los bienes ajenos. Los pastores no lo son por el Internet y las estrategias en las redes sociales. Todo buen ministro u obrero en cualquier área debe aprender y seguir aprendiendo, repasar y repasar y luego repetir siempre la Verdad no cambiar ese contenido Real que Dios nos da. Porque somos ministros competentes. 2 Corintios 3:5 no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, La palabra de Señor dice: Santiago 1:25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. La palabra claves es: Hacedor de la obra. En otras palabras como lo dijo el Apóstol Pablo a la iglesia: 2 Corintios 3:6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
    Hacedores de la obra, la obra del Espíritu.

    Adal R
    18agosto2024

Leave A Comment


HORARIOS DE SERVICIO

SERVICIO PRINCIPAL
Lunes a viernes: 6:00 PM
Domingos: 7:00, 8:45 y 10:30 AM.
2:00, 3:45 y 5:30 PM

CULTO MATUTINO
Martes: 8:00 AM

AYUNO DE MUJERES
Jueves: 9:00 AM