Entendiendo la persecución
En décadas pasadas la persecución religiosa en nuestro país fue cruel, hasta el extremo de los asesinatos. Esa memoria ha producido en las personas la idea de relacionar la persecución con hechos violentos, de manera que si no hay violencia física o muertes se concluye que no hay persecución. Pero ¿realmente qué debemos entender por persecución religiosa? La respuesta la podemos encontrar en las mismas Escrituras ya que la persecución es un tema constante que aparece en toda la Biblia como expresión de la alienación que sufre el ser humano. El pecado ha enemistado al hombre con Dios, pero también con sus semejantes. El rechazo a la luz y a la verdad deriva en intolerancia contra los cristianos.
Jesús calificó como persecución las calumnias que se levantan en contra de sus seguidores: «Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias» (Mateo 5:11). También se trata de persecución cuando las personas son despreciadas, como le ocurrió a Jesús cuando lo trataron de samaritano y endemoniado (Juan 8:48). También aseveró Jesús que persecución es la que se produce cuando las personas son discriminadas y aisladas: «Dichosos ustedes cuando los odien, cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien por causa del Hijo del hombre» (Lucas 6:22). En sus manifestaciones más severas la persecución también puede incluir la cárcel: «Echarán mano de ustedes y los perseguirán. Los entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y por causa de mi nombre los llevarán ante reyes y gobernadores» (Lucas 21:12). La persecución también puede incluir el despojo de los bienes: «Cuando a ustedes les confiscaron sus bienes, lo aceptaron con alegría, conscientes de que tenían un patrimonio mejor y más permanente» (Hebreos 10:34). La persecución generalmente está motiva por cuestiones políticas y sociales y se enfoca contra aquellos que difieren con el estado de cosas por convicciones de fe y perspectivas sociales. Aunque la persecución puede ser una acción individual, históricamente ha sido dirigida por poderes hostiles organizados, como el Imperio Romano o los Estados totalitarios modernos.
De acuerdo con las enseñanzas del Nuevo Testamento la persecución no se limita a la violencia criminal, sino que puede manifestarse en un amplio espectro de insultos, ofensas y calumnias que pueden ir escalando en agresividad. Los intentos de desprestigiar son agudizados porque los cristianos honestos siempre son minoría. Los prejuicios y la ignorancia de la mayoría son explotados por el poder para fomentar el maltrato a las minorías y convertirlas en chivos expiatorios. La intolerancia de los atacantes puede llevarlos a la convicción de que la violencia que ejercen es un servicio que agrada a Dios. «Viene el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios» (Juan 16:2).
Un poder totalitario no necesariamente debe prohibir una expresión religiosa para ser catalogado como perseguidor. El autócrata necesita dar la apariencia de respeto a la libertad de culto permitiendo que los religiosos sigan con sus prácticas rituales siempre y cuando no censuren o mencionen sus abusos y pecados. En ese afán, patrocinan y hasta motivan manifestaciones religiosas que les resultan inocuas o que validan ideológicamente sus actuaciones abusivas. La agudización de la persecución en contra de los cristianos es coincidente con la multiplicación de notorias expresiones religiosas de los regímenes que buscan crear la apariencia de respeto a las libertades religiosas.
Los autócratas garantizan la libertad de culto, pero para quienes se encuentran plegados al poder. En cambio, para quienes son fieles a los principios evangélicos de compasión, honestidad, reconciliación y transparencia los hostigan con andanadas de calumnias, desprecio y discriminación. Jesús calificó todo eso como persecución. En el fondo, la persecución es un intento por impedir que las personas crean y piensen de manera independiente, así como impedir la libertad de enseñar conforme a los dictados de la conciencia. Los perseguidores evitan en lo posible el uso de la fuerza homicida o la prohibición tajante de un culto y prefieren seguir la ruta de los ataques sistemáticos de desacreditación. Es en los tiempos de persecución cuando se manifiesta el verdadero temple de los creyentes. ¡Qué Dios nos ayude en este tiempo a ser fieles a sus enseñanzas!
La vida de la iglesia cada día está enfrentando múltiples persecusiones. ¿Cual es la razón? La respuesta es contundente de parte del apóstol Pablo. 2 Timoteo 3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; la vida misma de la iglesia, es decir del cuerpo de Cristo. La iglesia de Cristo es el cuerpo resucitado que ha pasado de muerte a vida, que posee la vida del Hijo de Dios, que es participante de la naturaleza divina. Esto es grandioso, y no es poco lo que Dios hace entre nosotros. Por lo cual debemos valorar ese cambio interior que Dios Padre hace por medio de su Hijo. En su preciosa sangre nos limpia y nos da un corazón nuevo, nos da la mente de Cristo, y nuestro sentimientos personales son saturados del bien de Cristo, de amor, justicia y Verdad. Así que esa es la justa razón por la cual existe persecución, vivir piadosamente, y no es mas que el testimonio de Cristo y su Reino en nosotros. Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Esto mismo implica obediencia al Hijo de Dios, y en gratitud y adoración le servimos a El.
Ahora bien la persecución no solo acontece desde un sector, puesto que la vida de Cristo todo lo llena, no hay parte que quede fuera del poder del Evangelio. Tanto la Palabra de Dios como la acción (praxis) misma de la Iglesia es el testimonio de Jesucristo. Apocalipsis 1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. La Palabra viva no es mas que Cristo mismo en nosotros y la revelación plena de Dios, la Palabra o el Verbo de Dios. Esta es la obediencia: Negarnos a nosotros mismo hasta la muerte y dar testimonio de Jesucristo. Apocalipsis 12:11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Bajo esta condición gloriosa del Evangelio no podemos quedarnos callados ante tanta injusticia, mentira, engaño, trampa, dolor, robo y vanidad de este mundo. No es que decidamos actuar contra los gobernantes, empresarios, o el mismo hombre. Sino que es la nueva vida de Dios en nosotros para renunciar a lo vergonzoso, mediocre, injusto y a la mentira. Principalmente este tiempo final, que son difíciles porque el padre de mentira ataca con mayor fuerza al cuerpo de Cristo, es decir cada miembro es azotado por la turbulencia y tempestad de propuestas como la droga, la crueldad, tiranía, despojos, altos costos de la vida, despidos masivos, calumnias, desprecios, tropiezos, proliferación de homosexualismo, pornografía, idolatría en las redes, destrucción ecológica, robo de bienes comunes (agua, mar y tierra) por parte de las grandes corporaciones y mucho más. Reduciendo a la comunidad a la extrema pobreza y despojandolos de sus recursos, Ya que, en pocas manos queda la riqueza de los pueblos. Y hay muchas cosas impuestas que tienden a ahogar al ser humano. Y se agolpa cada vez, y La iglesia no puede callar. Ni estar silenciada por el oropel. Existe un camino a seguir, es el de dar testimonio de un Cristo. La denuncia social y abierta sin cobardía. El Señor viene pronto y llevará a juicio a las naciones enteras. ¿Y que son las naciones? No son más que hombres. Lo que el hombre hace con los recursos de todo un pueblo, testificara a favor o en contra de ellos mismos. Lo que se tiene de parte de Dios, debe ser bien administrado delante de Dios: y es bendicir pueblos enteros, Sacándolos de la pobreza y del hoyo agobiante de la ignorancia, del dolor de la violencia y criminalidad, de la vanidad y jactancia. Un ejemplo acá en nuestro país ha sido el abuso de poder autocratico de imponer entre la población el uso del bitcoin (criptoactivo) que por cierto nada ha generado de beneficio y progreso al país. Pero se usaron enormes cantidades de dinero(fondos públicos). Ha sido un desastre esta manera de robar, y ocultar con mentiras y falta de transparencia. El otro ejemplo es el problema de las maras. Habiendo arribado al poder, saltaron de falso triunfalismo político el gobierno, porque se servían de los tales, Confrontaron algunos delincuentes de barrios y colonias, pero dejaron libres a cabecillas y criminales. Es lo mismo de siempre mentir y robar desde el puesto de gobierno. Con ese escenario exaltan a tan solo un hombre como ídolo de mentes reducidas por la propaganda política y estrategias engañosas entre trolles y emisarios de las redes sociales. De modo que se arman de medios tecnológicos, cosa que antes no existía, pero ejecutan siempre los ataques sistemáticos de desacreditación. En el contexto de Internet, los trolles se refiere a personas que publican mensajes instigadores en la comunicación de Internet, como lo son los blogs, foros, publicaciones en biografías de Facebook y las salas de chat, pero hay mas, son asalariados con fondos del Estado. Estas personas hacen publicaciones irritantes con el propósito de molestar, provocar o hacer controversia o confundir, y en la mayoría de las ocasiones no tienen otro fundamento que la calumnia y la burla. También buscan el desviar la mirada a los verdaderos problemas del pueblo: como la falta de empleo, la pobreza y crisis alimentaria. Recuerde cuantos oponentes han habido, que ocultan la verdad y vierten mentiras y engaños, son burladores del Evangelio del Reino. Es una batalla contra el mal, porque todo creyente, miembro del cuerpo de Cristo y con la Palabra del Señor como fundamento, ha puesto sus pasos para seguirle y servirle. Dios nos de fortaleza a todos y en todo tiempo para no ser embaucados de tanta mentira política, social y locuras de gobernantes muy pagados de sí mismos.
De modo hermanos y amigos que la persecución tiende a darse a partir de cambio de vida. Poseyendo esa vida en Cristo, Debemos negarnos a nosotros mismo primeramente. Lucas 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Segundo, gocemos en Cristo en medio de la persecución. Mateo 5:12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Tercero, concientes de lo que se avecina, Juan 15:20b Acordaos de la palabra que yo os he dicho: Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; Mt 5:11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Y por último, aunque derriben a uno, golpeen a otro, incluso nos asesinen por causa de anunciar: SU SANTO NOMBRE, EL EVANGELIO DE LA GRACIA DEL SEÑOR Y DAR TESTIMONIO DE EL. SOMOS MAS QUE VENCEDORES Y BIENAVENTURADOS ETERNAMENTE EN CRISTO.
Adal R
19nov 2023