Lecciones para una próxima pandemia
Al hablar de los países que mejor han manejado la pandemia de COVID 19 no hay duda de que uno de los primeros lugares le corresponde por mucho a Taiwán. Al inicio de los brotes se consideró que sería uno de los países más afectados debido a su proximidad geográfica a China y la alta frecuencia de vuelos que se realizan entre los dos países. La gran sorpresa, después de más de un año de pandemia, ha sido que Taiwán con sus 23 millones de habitantes tan solo ha registrado 1,199 casos positivos y 12 defunciones por COVID. Eso la convierte en uno de los países con más baja tasa de COVID 19 per cápita del mundo. El logro cobra todavía más relevancia al tomar en cuenta que nunca impusieron un confinamiento.
¿Cuáles fueron las claves que permitieron este logro notable que ha llevado a Taiwán a ser propuesto como modelo por la Organización Mundial de la Salud? Básicamente fueron dos elementos: la política de manejo de casos y la política educativa. Pero veamos las cosas desde el inicio. En enero de 2020, cuando los primeros casos comenzaron a reportarse, el gobierno estableció el Comando Central de Epidemias, formado por el gobierno mismo, médicos especialistas y empresarios. Fue este comando el que diseñó y coordinó la cooperación para la implementación de las políticas de atención. La primera de ellas, la de casos, consistió en la detección de personas infectadas. Eso se logró por medio de la aplicación masiva de pruebas. Las personas que eran encontradas positivas eran sometidas a una cuarentena de 14 días y se rastreaban los contactos que habían tenido para identificar a nuevos portadores. Esta política de rastreo redujo notablemente el índice de propagación del virus. Dos meses después, los contagios habían sido controlados cuando el mundo apenas comenzaba a vivir los peores momentos de la pandemia.
La segunda política tuvo que ver con la información y la formación de la población. Se desplegó una campaña muy amplia de conciencia sobre la importancia del uso de mascarilla, distanciamiento e higiene de manos. Es decir, las recomendaciones ya sabidas. La diferencia de Taiwán fue la amplia cobertura del esfuerzo educacional y la adherencia generalizada de los habitantes a las recomendaciones. Pero ¿acaso no son esas mismas dos variables las que implementaron otros países con menos resultados? Así es, por eso es clave mencionar el criterio de oportunidad. El Comando Central de Epidemias no solo ejecutó ambas políticas de manera simultánea sino también en el tiempo oportuno. La respuesta fue tan pronta que las pruebas y el aislamiento de las personas infectadas ocurrieron de manera simultánea. El tiempo que otros países desperdiciaron al demorarse con las pruebas masivas o en el aislamiento de los enfermos les hizo perder la iniciativa.
El énfasis de Taiwán no fue el control de las fronteras sino el control de la transmisión del virus en la población. Ese enfoque evitó que su sistema de salud se viera ni siquiera afectado y el bienestar físico y mental del personal médico se conservaron intactos. Ahora muchos países están aprendiendo del éxito del modelo taiwanés para los futuros embates a la salud que le esperan a la humanidad. La ciencia advierte que habrá nuevas pandemias y cada vez serán más frecuentes. De allí que los sistemas de salud de los países deberían aprender con humildad de quienes manejaron la actual crisis de manera verdaderamente exitosa.
Admirable la rapidez con la que reaccionó Taiwan, y más aún, la capacidad de trabajo en equipo de los miembros del Comando Central de Epidemias (algo que por los intereses políticos y egoistas de las diferentes partes se dificultó y hasta se hizo imposible en otros países, incluyendo el nuestro) y la adherencia de los ciudadanos a las recomendaciones (de nuevo: algo que por la poca educación y cultura de la población general, fue difícil o imposible implementar en muchos paises, incluyendo El Salvador). En el caso de El Salvador, pese a qué se manejó mejor que otros países la pandemia, cabeemciomar que en la medida en que cada persona, organización, empresa o sector dejemos de lado las camisetas partidistas y busquemos en equipo soluciones y apoyemos como equipo, objetivamente, las actividades y políticas tomadas en consenso y con el único objetivo del bienestar de pais… Estaremos mejor preparados para próximos embates de la naturaleza. Aprendamos con humildad de los que lo hacen bien. Esto aplica para todos los ámbitos de la vida, sea como individuos o colectivamente.
Excelente. Eso se da cuando se hace un frente común contra los peligros, dejando de lado los prejuicios, las ideologías y la autosuficiencia. Hay que ser humildes y reconocer nuestra Incapacidad y pedir ayuda, algo de lo que este gobierno carece.