¿Qué de las víctimas?
La tregua acordada entre pandillas rivales ha producido como efecto inmediato la sobrevivencia de varios centenares de jóvenes, que ya se habrían sumado a los miles que cada año han sido asesinados si las autoridades no hubiesen mostrado anuencia frente al proceso.
La nueva situación ha abierto una puerta de esperanza inédita y dependerá de la participación y compromiso de la sociedad el mantenerla abierta. Las posibilidades se vislumbran promisorias pero no supone que las cosas serán fáciles y prontas. Lo que sí es verdad es que nunca se había contado con tantos elementos favorables para construir una solución como ahora.
En este nuevo panorama ¿qué lugar ocupan las víctimas? ¿Qué del dolor por docenas de miles de víctimas mortales y de otra índole de todos estos años? ¿Quién por ellos y por los innumerables proyectos de vida truncados y por el quiebre de la estructura de sostén de tantísimos núcleos familiares?
En un altísimo número de casos las familias y los vecinos no sólo han identificado a los victimarios sino que también se ven forzados a compartir con ellos el vecindario sin que nadie se atreva a convertirse en testigo y menos declararse como ofendido denunciándolos ante un fiscal. El sentimiento de impunidad es agobiante y abrumadora la impotencia ante la injusticia.
En muchos casos los homicidas ya fueron a su vez eliminados. El efecto bumerán de la violencia hace que el victimario siempre coseche lo que siembra. Para algunas víctimas el saber que el homicida de su ser querido ya fue enviado a la morgue por la pandilla contraria o por la propia puede ser interpretado como la mano de Dios de la cual nadie escapa. Pero para otras, hubiesen preferido un proceso judicial justo en donde hubiese existido una acusación, presentación de pruebas y testigos, condena y cumplimiento de una pena de varios años en prisión para producir en el agresor una interiorización sobre la irracionalidad de su violencia.
Ahora ¿qué retos nuevos propone a las víctimas el diálogo establecido? ¿Implica dejar de lado su memoria en aras del bien común? Es claro que solamente las víctimas conocen la profundidad de su dolor y su deseo de justicia y nadie debería arrogarse el decidir o declarar por ellos sin haber sido comisionado para ello. Mucho menos el decretar que sus heridas han sido cerradas e imponerles el olvido para la comodidad política de terceros como con frecuencia ha ocurrido en el pasado. Es esencial dejar que las víctimas hablen y defiendan a sus muertos.
La sed de verdad y justicia no debe ser reprimida sino conservada como el resquicio más valioso de la dignidad humana. Esa misma sed debe alentar a las víctimas a favorecer el actual proceso de diálogo y no considerarlo adverso porque así se establecerán las condiciones para que las estructuras de control y terror sean desmotadas dando paso a la seguridad.
Entonces, las demandas judiciales no representarán una condena a muerte, los testigos contarán sus historias con confianza y el sistema de justicia verá sometida a prueba su efectividad. Al seguir este camino se fortalecerán las instituciones, la justicia por cuenta propia no será necesaria y la certeza en que la ley funciona moldeará las nuevas generaciones para que puedan vivir en una sociedad más razonable que la nuestra.
Que Duios les Bendiga, creo que su opnion es de los mas sensata y atinada en estos momentos, recuerdo cuando usted dijo que la salida del ejercito a las calles y la represion solo daria más violencia y que se deberia hacer campañas de prevencion
de ninguna manera dudo que Dios pueda cambiar a estas personas , pero el dolor que nos dejaron después de amenazas de muerte, después de perder a un familiar y amigos por causa de ellos solo por una renta… que muchos se ganan trabajando dignamente , sea como sea merecen cumplir con su justicia respectiva aunque los tipos estén libres pero deben de cumplirse la ley en ellos y se que Dios es justo , y que el hará las cosas conforme su misericordia le pido por ellos siempre , pero el dolor que dejan no se resuelve con solo decir un PERDON …. dios les bendiga
Que Dios lo siga bendiciendo Pastor y le siga dando sabiduría.
Que Dios tenga misericordia de nestro pais y de tantas personas afectadas por esta cituacion, recuerda mi juventud y los momentos tan criticos y tristes a la vez en el tiempo de la guerra, Dios permia descanzar un poco a nuestro qrido pais, Dios es bueno y sabemos for fe, que algo Dios hara.
Muchas gracias a todos por sus comentarios, bendiciones.