Repasando a Gandhi
El 2015 casi llega a su final y nos deja el frustrante sabor de haber sido el año más violento de la vida republicana, con la salvedad de 1932. El Salvador nuevamente se hizo con el primer lugar como país más violento del planeta al casi duplicar la cantidad de homicidios con respecto al año anterior. Sobre la base del simplismo y la cultura de la agresividad, la generalidad de personas pensó que el uso de la fuerza era la solución a nuestro problema de violencia. La realidad del presente año es una monumental evidencia que da la razón a las personas que advirtieron las consecuencias que traería el aplicar represión divorciada de la prevención. Las cosas no han mejorado sino empeorado. Ahora nos encontramos con una media de un poco más de 101 asesinatos por cada cien mil habitantes, unas diez veces la cantidad que la OMS establece para declarar una epidemia de violencia.
El uso de la represión descontrolada es el resultado de la manera tradicional de pensar del salvadoreño que se apoya más en la subjetividad del individuo y en la reacción emocional que en la razón y la reflexión. Los mismos criterios que han desencadenado toda la violencia de las pandillas. No es posible esperar que las cosas mejoren si no se produce un cambio importante en la manera cómo nos tratamos. Gandhi expresó: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”. La paz no es una meta a alcanzar, la paz está aquí y podemos hacerla nuestra con cada gesto cotidiano. Si nuestra sociedad está enferma es porque nosotros estamos enfermos. Todos los desajustes existentes los introduce el ser humano con su comportamiento. Pero eso es esperanzador, porque en el momento que se decida podemos cambiar nuestra conducta.
También afirmó Gandhi: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Si tú mejoras, el país mejora. No somos lo que decimos, somos lo que hacemos. No hay nada que nos cautive más que la coherencia entre discurso y conducta. No podemos esperar una sociedad honrada y libre de violencia si no comenzamos a practicar esos valores ahora mismo. En palabras de Gandhi: “La felicidad se da cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía”.
La gran tentación del uso de la fuerza consiste en la idea errónea, pero popular, que ella es la manera más rápida para resolver los problemas. Nadie que piense que el problema de seguridad se resolverá pronto está pensando con cordura. El cambio se logrará cuando una nueva generación crezca en una cultura de paz. La prevención produce frutos solamente a largo plazo. Hablar de paciencia en temas de seguridad no es nada popular y suena sarcástico. Pero, nuevamente, como lo dijo Gandhi: “Perder la paciencia es perder la batalla”. Para no perder la paciencia es esencial no confundir paciencia con pasividad. Paciencia no significa esperar a que las cosas ocurran por sí solas; eso no sucederá. Paciencia es actuar insistentemente en una determinada dirección provocando que las cosas ocurran. La apuesta debe ser la niñez y la dirección es la de reducir los factores de riesgo de la violencia sustituyéndolos por factores de protección. La gran meta de reducir la brecha de exclusión requiere la convicción de que, si no se pierde de vista el objetivo y se trabaja duro, el futuro acabará por llegar.
Poetas, escritores y opinologos habemos muchisimos…. Pues son funciones muy sencillas…
Le recuerdo que cuando usted se involucro y vio los peligros de estar involucrado, se acobardo instantaneamente. Ahi se olvido de que «Todo lo puedo en Cristo quien me fortalece», «No nos ha dado Dios espiritu de cobardía…», «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz y mas cortante que toda espada de dos filos…»
Ahora vuelve a la facil tarea de solo opinar y mostrarse muy sabiondo.
podrías explicar en que momento se acobardo?
lo amenazaron y lo denuncio eso es cobardía? el sigue trabajando en en el Consejo Nacional de Seguridad a pesar de eso, entonces no entiendo tu comentario, con respecto a poetas y escritores Gandhi y Mario Vega no lo son, por que el primero construyo la paz en India y el segundo tambien desde donde esta, ahora opinologos sos vos y yo solo estamos dando nuestra opinión, pero que estas haciendo para construir paz en el país.
Si te respondi el comentario no es para pelear de hecho seria irónico es para hacerte reflexionar yo no soy cristiana de hecho soy atea, pero reconozco por medio de una buena lectura de lo que escribe y hace Mario Vega, que esta interesado por que este país cambie.
Jajaja Atea? Tal vez Atenea…
Jamas llamaría poeta u opinologo a Gandhi. Creo que tu estres te hizo comprender mal y solo enfocarte en como te desahogarías. Mario Vega efectivamente lo es, yo también al igual que vos, solo opninamos sin resolver nada. De que ha servido el Consejo Nacional de Seguridad? De análisis, reportes, diagnósticos estamos llenos, hemos pagado a unos y a otros, mal gastando el dinero en solo gente que opina, escribe y cobra. Y si se acobardo, porque cuando alguien se mete en el terreno en donde si pudieran encontrarse soluciones, los enemigos amenazan y tienes dos opciones, seguir buscando la solución o desaparecer entre el montón que solo genera filosofía. Hasta donde conozco, el comite sigue inútil y estéril.
Yo he hecho mucho mas, pues a mi familia y a mi no nos afectan de forma directa los problemas de delincuencia, todo gracias a nuestro trabajo día a día y a nuestra confianza en Dios. Si en la iglesia se educara a las personas para que no solo oren, muchos estarían en una situación mejor. He sacado adelante a 10 personas aproximadamente, la mayoria de pastores destruyen muchos hogares adormeciendolos con religión y creando familias en total descuido.
Ve a la iglesia Elim y mira a sus feligreses, echando su dinero en saco roto y socando mas su cinturón y el de su familia por hacer crecer «la obra de Dios». Preguntale a Mario que fue del terreno en nejapa, ese que tanto esfuerzo causo en los cristianos para que lo compraran y ahora solo esta ahi… Hay bastante trabajo en otros lugares para ejercer el pastorado de forma ecectiva y con valentía.