El rey engañado

La palabra de Dios se cumple y la justicia termina por alcanzar al culpable. El final del rey Acab había sido anunciado por el profeta Micaías, quien lo declaró con valentía delante de los reyes y de los cuatrocientos profetas falsos.

Había un claro contraste entre los anuncios de victoria y gloria de los profetas mercenarios y la visión de condenación y muerte de Micaías. ¿Cómo se podía explicar semejante contraste? ¿Eran solo puntos de vista encontrados? ¿Respondía a las simpatías y preferencias personales de sus remitentes? ¿Tenía que ver con las apreciaciones que cada uno tuviera de la manera de gobernar de Acab?

Micaías procedió a explicar a qué respondía el contraste y, para eso, utilizó un «dabar»; expresión hebrea que significa tanto palabra como historia, una manera indirecta de profecía. En su historia Micaías desveló el mundo espiritual que rodeaba el momento: «Vi al Señor sentado en su trono con todo el ejército del cielo alrededor de él, a su derecha y a su izquierda». El ejército del cielo al cual se refería estaba formado por ángeles y espíritus que comparecían ante el trono de Dios. «El Señor dijo: “¿Quién seducirá a Acab para que ataque y vaya a morir allí?”». Los ángeles comenzaron a expresar ideas conspirando con Dios para hacer justicia por las maldades del rey. «Por último, un espíritu se adelantó, se puso delante del Señor y dijo: “Yo lo seduciré.”“¿Por qué medios?”, preguntó el Señor. Y aquel espíritu respondió: “Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de todos sus profetas.” Entonces el Señor ordenó: “Ve y hazlo así, que tendrás éxito en seducirlo”».

El «dabar» de Micaías mostraba que los falsos profetas no solo deseaban agradar al rey con sus zalamerías, recibir un poco de dinero fácil y mantenerse vigentes ante la población, sino que también eran parte de un drama espiritual oculto a los sentidos naturales. Estaba en operación un poder de características sobrenaturales que hacía, por una parte, inventar mentiras a los falsos profetas y, por otra, hacía creer a los demás tales mentiras. La cuestión no se limitaba a la capacidad analítica y de raciocinio que poseían las personas que escuchaban, sino que había una influencia maligna que les impedía discernir la diferencia entre la mentira y la verdad, entre lo ilusorio y lo real. Como siglos después lo afirmaría Pablo: «Por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos… por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira».

Quienes no aman y buscan la verdad quedan expuestos a creer la mentira por el poder de espíritus mentirosos. Los falsos profetas estaban convencidos de que lo que anunciaban era verdad, aunque en realidad era lo contrario. De igual manera, las personas que los escuchaban estaban convencidas de que estos hombres expresaban la voluntad divina, cuando en realidad eran instrumentos de un espíritu mentiroso. Pero el aspecto más dramático del «dabar» de Micaías es que el mismo rey, quien pagaba a los profetas para que lo elogiaran, terminó por creer la mentira que patrocinaba. La paradoja del mentiroso consiste en que miente y engaña tanto, que termina siendo presa de su misma mentira. El rey había tejido la red en que la que hoy caía atrapado. Dios había decretado que fuera seducido para ir a una batalla donde sería derrotado y muerto, y efectivamente iría, seducido por el aparato religioso que había construido para engañar a otros, pero que terminó engañándolo a él.

Furioso por la profecía de Micaías el rey vociferó: «Tomen a Micaías y llévenselo… les ordeno echar en la cárcel a ese tipo, y no darle más que pan y agua, hasta que yo regrese sin contratiempos». No había duda de que el rey estaba seducido y poseído por su misma mentira. Así, Micaías fue a parar a la cárcel. Y, como lo dijo Thoreau, «Bajo un gobierno que encarcela injustamente, el verdadero lugar para un hombre justo está en la cárcel… es allí, en ese suelo separado, pero más libre y honorable, donde el Estado coloca a los que no están con él, sino en su contra, donde el hombre libre puede habitar con honor».

Comments
One Response to “El rey engañado”
  1. Adal R dice:

    Qué se puede esperar de un rey que tiende a engañar, a despojar, quitando las tierras o bienes a los hombres? Qué se ve hoy y se verá mañana si van engañando? Cuánta injusticia, prepotencia, orgullo del rey y con un séquito de falsos profetas hacía la publicidad enorme pero sin veracidad. Cómo lo es hoy en día, los jactanciosos y vanagloriosos instrumentos de iniquidad a favor de un gobierno a punto de sucumbir. Por el hecho de estar en contra el Reino de Dios y su testimonio, la muerte era eminente. De ese modo se cumple la palabra: Números 32:23 …y sabed que vuestro pecado os alcanzará. La mentira creció en extremo y cobijó como manto al rey Acab, su propia maldad le destruyó. El rey orgulloso despreció el Reino de Dios, dejó la Verdad y siguió la mentira y más mentira. Siguió al padre de mentira, no le importó lo sencillez y la sinceridad del ministerio de Micaías, siguió a los muchos que se pierden y engañan y van de mal a peor. Todos eran la misma masa contaminada.
    La pregunta sería: cómo gobernamos nuestra casa?
    Cómo servimos a Dios en nuestros puestos? No me refiero a servidores sino a todos los que vamos por El Camino.
    Por qué granjear, atesorar, agrandar nuestras casas o rienos y perder nuestra alma? Y hoy cuanto más desenfreno de medios y comunicación existe, (los 400 falsos profetas) Es necesario guardar la palabra, renunciando a toda mentira de los muchos, debemos seguir el camino de la Verdad y Santidad: El Reino de los cielos en Cristo Jesús. Acab cómo cualquier otro gobernante necio y vil son encumbrados cuando impíos le rodean. O como dice el texto: Sal 12: 8 En derredor se pasean los impíos, cuando se encumbran los más viles de los hombres. Pensando que el infortunio nunca les tocará.
    Amós 9:10 A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: No se acercará, ni nos alcanzará el mal.
    Dios bendiga al pueblo de Cristo que sigue firme en medio de las tribulaciones. La victoria está en Dios y su Hijo Jesucristo.

    Adal R
    29ene2023

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