La siembra y la cosecha
Algunos le llaman «karma», otros «ley de la compensación», otros «ley de la siembra y de la cosecha». Pero cualquiera sea la expresión que se utilice, todas se refieren al principio universal de que todo lo que el ser humano hace, se le regresa. El cristianismo lo expresa de la siguiente manera: «Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará». La simple observación le ha demostrado al ser humano que todo lo que se hace, se recibe. Las personas bondadosas, reciben bondad. Las crueles, reciben crueldad. Se trata de un principio de justicia que otorga a cada persona lo que merece.
Ya sea que se interprete como un principio natural, como la mano de la justicia o como una retribución divina, el hecho es que las personas terminan cosechando lo que sembraron. El principio aparece operando en varias de las historias de la Biblia. Jacob engañó a su padre Isaac, ya casi ciego, haciéndose pasar por su hermano; años después, en una oscura noche, lo engañaron a él dándole una esposa que no era la que deseaba.
David cometió adulterio en secreto con la esposa de uno de sus mejores hombres; poco después, su propio hijo se acostó públicamente con diez de sus mujeres. David asesinó a su amigo para encubrir su adulterio; en los años siguientes, cuatro de sus hijos fueron asesinados. El príncipe Amán mandó a construir una horca de 22 metros de alto para Mardoqueo, a quien odiaba por su rectitud; días después fue Amán quien terminó en su misma horca. Santiago afirma en su carta: «juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia». Quien es inhumano en su trato con el prójimo, terminará cosechando las consecuencias de su inhumanidad. Es un principio que no puede ser burlado. Nadie puede escapar a la cosecha de sus propias acciones.
La condenación no es otra cosa más que la cosecha de lo mismo que se hizo. Cada uno construye su propio infierno. El libro de Apocalipsis lo afirma de la siguiente manera: «Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen». Cada día el ser humano construye, con cada acción, las condiciones de su futuro. Los crueles pueden maltratar y despreciar a otras personas, volverse implacables y sin misericordia. Pero cada una de esas acciones son un nuevo ladrillo con el que construyen su propia prisión. Toda burla, todo maltrato, todo insulto, toda mentira, toda soberbia recibirá su justa retribución. Es un principio universal y eterno del que nadie puede escapar indemne.
De la misma manera que las personas cosechan el mal que hacen, también cosechan el bien. Pablo lo explicó con estas palabras: «El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna». De allí que lo que recomienda para todos es: «No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos». La expresión más elevada de este principio es la máxima de Jesús: «Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti. Ésa es la esencia de todo lo que se enseña en la ley y en los profetas». Todo lo que Dios espera del ser humano es que prodigue perdón, tolerancia, misericordia y bondad; las mismas cosas que otorga Dios. Quien las hace, actúa como el Padre que hace llover sobre buenos y malos.
Pablo sentencia: «Dios pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras. Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e inmortalidad. Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad, recibirán el gran castigo de Dios. Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen el mal (…) pero gloria, honor y paz para todos los que hacen el bien».
Gracias hermano por la palabra de Dios que nos ilumina.
Rápidamente pasan los días y vemos que las cosas de mal a peor. Es un panorama muy deficil de hallarle sentido, cuando existe tanto inventos, estrategias, métodos, estilos económicos, o la facilidad tecnológica que ha diario crece y crece. Hay mucho en las vitrinas, en los supermercados, en ventas de todo y para todos. En cuando a programas de estudio y técnicas educativas afloran más que los alumnos. Todo se ve enorme, «sublime» y engrandecido, Hasta los mismos gobiernos se encumbran vanamente con tanta publicidad. Pero todo cae en lo mismo: falsedad, mentira, error, dolo, robo, fraude, soborno, la injusticia entre los pueblo y uno más para muy pagado de sí mismo, entregado a la avaricia. Sobretodo en cada hombre pone el ambiente en decadencia, aunque todo supuestamente lo tengan. Así que no es suficiente: la tecnología, las armas, las cámaras, la huella, o el desarrollo o construcción de grandes ciudades y carreteras, si lo que realmente existe es una conducta nociva, de engañar y mentir. La siembra personal no lleva ese sello de amor, verdad y justicia. Siembran mucho y cosechan poco o nada, todo lo meten en saco roto, que el viento lo desvanece. Ese saco roto no es el visible del talabartero, sino ese corazón engañoso, falto, vanidoso, vanaglorioso, lleno de soberbia e Insensibilidad humana. Los mercaderes del ayer son los mismos de hoy, los tiranos del ayer toman hoy el poder para seguir golpeando a los más vulnerables, los falsos profetas dicen de paz y seguridad y no hay nada de eso. Las estructuras del poder económico y la falsa mujer religiosa se alimentan de las almas necesitadas, beben de la sangre de los más pobres, negocian desmedidamente todo tipo de mercadería despojando naciones pobres y agrandando a unas pocas manos (los 20 más ricos del globo). Aseguran sus negocios y les duele perder unos millones. Siembran mal, y la cosecha se tarda, o no sale porque hasta el cielo se ha cerrado y no llueve. Y si llueve es una completa desvastacion en el medio ambiente. Por explotar artefactos en el cielo. Van buscando aún el espacio para divertirse mientras son millones que sufren de hambre y dolor.
La siembra humana ha sido sin Dios y sin guardar la palabra de Dios. Cristo Jesús merece toda honra y servicio, aún en nuestra labor diara e interrelaciones debemos sembrar el bien, y la cosecha será lo mismo el bien. Solo hay dos actitudes o caminos: uno es hacer el bien y el otro es hacer el mal. La Escritura nos dice: Romanos 2:7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,. Este bien inicia en Cristo, en arrepentimiento y humildad, confesando nuestra falla interna, nuestros pecados, y recibir su perdón y Gracia. Ahora ya en Cristo podemos agradarle en todo, hacer su voluntad, sembrar en justicia y verdad a fin de que su Nombre sea Exaltado, magnificado. Dar de Gracia lo que de Gracia hemos recibido: el Bien eterno del Señor.
Salmos 34:14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela. Gálatas 6:9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Pero qué dice las Escrituras de aquel que vive deseando el mal, haciendo el mal, enfatiza que el mal no se apartará de su casa, de su ser. ¿ Quieres vivir mal?
¿Quieres vivir sin temor de lo pueda venir? ¿Quieres gozar de paz y bienestar?
Hacer el bien o sembrar lo bueno y justo, verdadero es recibir el bien. Todo lo que siembras eso cosechas.
Hacer el mal a otros, destruir la vida y la paz de otros es morir, es segar la autodestrucción.
Romanos 2:9 tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,
Salmos 52:3 Amaste el mal más que el bien, La mentira más que la verdad. Selah
Son muchos textos bíblicos que nos instruyen hacia la justicia, verdad y el bien. Jesucristo es el bien de Dios Padre, recibir esa siembra que El hizo en el calvario, su sangre bendita, y beber de su río nos capacita para ser instrumentos de barro en sus manos preciosa. Manos a la obra hermanos. Sembremos lo mejor para El Reino de Dios, aprendamos de Jesús y de su amor.
Dios les bendiga amados hermanos y amigos.
Adal R
18junio2023