Un «paro» por la vida
En el argot popular «paro» es una palabra que se utiliza para denotar un favor. «Hacer el paro» significa hacer un favor. La palabra también puede tener otras aplicaciones como extensiones a la idea de favorecer a una persona, pero en lo que incumbe al propósito de esta reflexión baste lo dicho.
El conocer el lenguaje es importante para asegurar la correcta interacción entre el ser humano y su entorno. La correcta interacción es lo que hace posible la vida. El hombre se acostumbra a todo, menos a la muerte. El ser humano ama la vida y se apega a ella como su más preciada posesión.
La vida llega a equipararse con la esperanza pero cuando la vida ya no es posible la esperanza también se desvanece. Los valores y principios de la persona se prueban frente al aprecio por la vida. Para algunos, sus principios son más que la vida misma. Para otros, es a la inversa.
Durante el conflicto armado en nuestro país, varias personas se incorporaron o al ejército nacional o a la insurgencia, no tanto porque comprendieran o compartieran sus ideales sino como una forma de preservar la vida. Atrapados entre dos fuegos se vieron en completa vulnerabilidad.
La indefensión y la amenaza constante les movió a buscar seguridad entre aquellos que eran protagonistas del conflicto. Era mejor saber qué estaba pasando y ser parte de ello que ser sorprendido en el lugar equivocado y a la hora errada.
Hoy, cuando la seguridad de los pobres es una realidad poco creíble, las personas se resisten a ser víctimas de su vulnerabilidad. No hay garantías para la vida, la seguridad ni las libertades de las personas. Las abuelas luchan por la vida de sus nietos y por la integridad de sus nietas, tratando de comprender los mecanismos del ambiente que les rodea.
Los millares de asesinatos son la prueba inobjetable que las cosas van en serio. Lejos de denunciar, comprenden que el único recurso de poseer ciertas garantías es haciéndoles un «paro» a los muchachos. Puede ser una recarga de saldo para llamadas telefónicas, un aviso a tiempo, llevar dinero de acá para allá y, a veces, incluso guardar unos «morteros» por una tarde.
La clave es evidenciar que no se está en contra. No son parte de ellos, pero no se resisten a las nuevas condiciones impuestas que, por hoy, nadie puede desmontar. Aquellos que mostraron resistencia ya tuvieron que salir de los territorios controlados o se disponen muy pronto a hacerlo. Las extorsiones y las amenazas abiertas son un presagio de lo que podría continuar.
Mientras tanto, quienes se muestran tranquilos no son extorsionados, tampoco amenazados. Existe un código de represalias y reconocimientos. Es el diálogo silencioso diario que se vive en vastas áreas poblacionales, donde las personas solamente quieren sobrevivir con sus hijos en la jungla de violencias implacables.
Esta alianza tácita de convivencia y sobrevivencia entre población y grupos disfuncionales es un tejido que va urdiéndose de manera más estrecha y la base social va pasando al lado de quien ofrezca garantías para la vida. Al ganar la base social, se amplían las facilidades para la comisión de ilícitos. Cada vez habrá menos testigos, más silencio y se puede llegar al punto grave en que se vea a las instituciones y a la ley con recelo en lugar de confianza.
Es la adaptación existencial de los olvidados a una sociedad aberrada en busca de esperanza. Porque, como se dice, mientras hay vida hay esperanza. Pero si la vida ya no es posible ¿se puede continuar conservando alguna esperanza?
q bendicion tener al hermano mario vega.
Gloria a Dios Hno. Juan.
Bendiciones.
Gracias pastor mario por este editorial
Gracias por su comentario, bendiciones.
me gusta su editorial muy cercano a la realidad y nos lleva a la refllexion, sin dios hay esperanza, el mundo esta lleno de tanta maldad.
me gusta su comentario esta muy cercano a la realidad, hoy en dia sin dios no hay esperanza
el mundo esta lleno de tanta maldad
Así es Hna. Norma, Dios en nuestro guardador.
QUE PARADOJICO Q EL SER HUMANO MIENTRAS SE VUELVE MAS CICILIZADO, SE VUELVE MAS CRUEL CON SU PROJIMO HOY EN DIA SE PODRIA ESTAR MAS SEGURO EN LAS SELVAS DE EL AFRICA Q EN NUESTRAS PROPIAS CIUDADES Y PUEBLOS. DE Q SIRVE UN GOBIERNO SI NO LE QUEDA NADA Q GOBERNAR DIOS NOS BENDIGA A TODOS LOS Q PADECEMOS VIOLENCIA……
Muchas gracias por su comentario, bendiciones.
los editoriales reflejan una clara idea de como ba caminando nuestro pais si ba derecho o si ba mal y por lo visto parece que aun sigue mal es una realidad !!!
h¡buanoO m lega primaramente y deceo muxOo exithoO al pastoOr mariOo venga q loO quierOo muxoO y mi abue ?= lo qremoOs muxoO cuidec pastor