Piedras y panes
Jesús fue llevado al desierto para ayunar durante cuarenta días antes de iniciar su ministerio. Después de esos días tuvo hambre. Entonces fue cuando el tentador le dijo: «Si eres el Hijo de Dios ordena que estas piedras se conviertan en panes». La duda que quería sembrar en Jesús estaba relacionada con su filiación divina. […]
El remordimiento de Herodes
Herodes había ordenado la muerte de Juan el Bautista presionado por su nueva esposa Herodías y por la necesidad de guardar su reputación delante de sus amistades.
La muerte de Juan
Herodías, la nueva esposa de Herodes, presionaba para que Juan el Bautista fuera ejecutado. La influencia del profeta sobre el pueblo era tal que exacerbaba sus temores.
La pregunta de Juan
La autenticidad de Juan el Bautista incomodaba a Herodes y a su nueva esposa Herodías, razón por la que había sido capturado.
Juan encarcelado
Herodes se esforzaba por ganarse el favor del pueblo, pero cada uno de sus intentos obtenía el resultado inverso.
El mensaje de Juan
En el año 26 llegó a Judea un nuevo prefecto llamado Poncio Pilato. Este fue un funcionario soberbio que de llegada cometió la torpeza de ingresar a Jerusalén los estandartes con la imagen del emperador, lo cual los judíos consideraron imágenes idólatras.
Juan confronta a Herodes
Herodes Antipas fue hijo de Herodes el Grande, quien, al morir, lo hizo tetrarca de las regiones de Galilea y Perea.
¿De qué lado nos encontramos?
Quienes dieron muerte a los profetas lo hicieron bajo la convicción de que hacían lo correcto. En muchos casos les pareció tener razones para justificar su crimen.
La alegría de los profetas
El significado etimológico de la palabra «profeta» es una persona que habla en nombre de otra. Popularmente se asocia a los profetas con las predicciones, de manera que llegan a ser considerados una especie de adivinos que anuncian acontecimientos futuros. Si bien es cierto que, algunas veces, los profetas anunciaron hechos futuros, no era esa […]
La siembra y la cosecha
Algunos le llaman «karma», otros «ley de la compensación», otros «ley de la siembra y de la cosecha». Pero cualquiera sea la expresión que se utilice, todas se refieren al principio universal de que todo lo que el ser humano hace, se le regresa.